Entre otras editoriales, Bruguera empezó a publicar los bolsilibros en los años cuarenta con periodicidad semanal y la cosa le fue más o menos bien hasta mediados de los ochenta, cuando cerró sus puertas tras haberse declarado en suspensión de pagos y perdido al único dibujante que podía haberle sacado las castañas del fuego, esto es, Francisco Ibánez, creador de Mortadelo y Filemón.
Hasta aquí, un poco de historia. Pero no soy ningún experto en el tema. Es más, ni siquiera conocía los bolsilibros hasta hace un año más o menos.
La cosa cambió cuando me enteré de que mi abuelo era amigo de toda la vida de uno de los autores que más novelas publicó en este formato. El pseudónimo con el que firmaba sus obras es Curtis Garland; su nombre, Juan Gallardo Muñoz. Por curiosidad, estuve indagando sobre él, y me encontré con toda una larga serie de títulos que no podrían haberme llamado más la atención: Arizona Killer, Asteroide Lesbos-3, Dragón de Chinatown, Fantasmas en Alfa-Seis, Lobos humanos en el rancho, M-31 contra la Doctora Muerte...
Lo siguiente que supe es que tenía que hacerme con alguno de estos bolsilibros. Busqué en Internet y el primer título que encontré fue Rancho Drácula, de Francisco González Ledesma, más conocido en este mundillo como Silver Kane. Para empezar, hubiera preferido algo de Curtis Garland por aquello de cerrar el círculo, pero, solo viendo el título y la portada, sabía que Kane también merecería la pena.
Como quizá hayáis podido deducir por su título, la novela se desarrolla en el viejo Oeste de los seriales tipo Bonanza. ¿En qué otro contexto ibais si no a utilizar la palabra rancho? Si vuestra respuesta incluye un poni, no me interesa. Odio a la gente con ponis. ¿Y quién en su sano juicio vería Dallas?
Pues bien, Mr. Harper es un rico coleccionista de objetos siniestros que un día se topa con una pieza de singular valor: el ataúd del conde Drácula. Figura no incluida.
La transacción inspira confianza desde el primer momento, porque el vendedor responde al sobrenombre de Mortuorio Ferguson y su tienda se encuentra en la calle del Fantasma. Total, ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿Que Drácula cruzase el océano Altántico y persiguiese a Mr. Harper para reclamar su vieja cama? ¡No con las ofertas en colchones Lo Monaco!
Pincha en la imagen para... Ah, no, si mi blog no obtiene ingresos por publicidad. Qué chasco. |
Harper traslada el ataúd a su rancho en el desierto de Nevada y contrata a varios pistoleros para que guarden el lugar, por si acaso se acerca, ¿qué sé yo?, el Hombre de las Nieves para robárselo. Y como a las jovencitas les encanta la arena, el sol y los cráneos de vaca, Harper también se lleva a su hija Gladys al rancho.
Y sí, ya sé que Gladys es un nombre horrible, solo un poco mejor que Eufrasia. Por eso, deberíais hacer como yo e imaginaros a Ella Raines en el papel de la señorita Harper. Yo soy feliz así.
¿Qué narices pinto yo en esta reseña? |
Sin embargo, la verdadera razón por la que Mr. Harper lleva a su bonita hija al rancho (recordemos, un lugar perdido en mitad del desierto, lleno de cosas siniestras y vigilado por hombres rudos de gatillo fácil) es alejarla del noviete que se ha echado en la ciudad, Tom Donald, el tío más pánfilo sobre la faz de la Tierra.
El meollo del asunto es que, por motivos que no prefiero no contaros para que luego no me acuséis de estropearos nada, Tom también acaba dirigiéndose hacia el rancho con un disfraz de Halloween nada apropiado. O muy apropiado, según se mire.
Mientras tanto, una banda de forajidos que cree que el ataúd contiene oro organiza un asalto al rancho para apoderarse de él. Con ellos viajan cautivos dos cazarrecompensas, el impetuoso Peter Halloran y su hermana Lorna, una muchacha dura como la barba de tres días de Clint Eastwood.
Por último, y cerrando el plantel de personajes, cabalga el pistolero Larry Percival, también buscado por la justicia, que a lo largo de esta aventura dispara tantas balas como frases lapidarias, aunque ninguna de ellas iguala en incorrección política a la siguiente:
"Mujeres... Todas son igual. Se hacen ilusiones y luego le acusan a uno de no ser como ellas habían soñado. Para mí sólo valdrían la pena si les pegasen una etiqueta y las rellenasen de whisky".
Y a todo esto, también podría haber un vampiro.
Esta clase de vampiro, no de los que titilean al sol. |
Rancho Drácula no es una novela que destaque en sus formas ni os va a cambiar la vida, salvo que toméis por costumbre utilizarla como tema de conversación en foros inapropiados, como primeras citas o funerales; pero la narración es tremendamente ágil, describiendo una sucesión de eventos en la que apenas hay momentos de reposo y que entretiene que da gusto.
Además, pese a haber muchos personajes, éstos están bien definidos dentro de lo que son los patrones propios del género y el autor los maneja con soltura, haciendo que las distintas líneas argumentales confluyan acertadamente en un clímax inevitable.
Francisco González Ledesma autorizó la publicación de su novela en formato PDF en esta página, así que podéis bajárosla para leerla tranquilamente en vuestros trayectos de metro y/o autobús.
He leido algunos de estos libros (que me aspen si recuerdo algún título) y la verdad, eran muy entretenidos (o eso recuerdo con diez años) es una lástima que siempre fuesen de la primeras cosas en "perderse" en las mudanzas.
ResponderEliminarSería genial si puedieses conseguir una entrevista con el autor. Que cuente todas sus penas y aventuras en el mundo editorial.
Corrijo.Me refería a Juan Gallardo Muñoz.
EliminarEstuve a punto de hacerlo, pero decidí no molestarle. Ya escribió su biografía, y para las preguntas tontas que le iba a hacer...
EliminarSe ve bien y los libros (en la página del fino caballero escritor) son muy baratos (1 euro), así que algún día le daré una leída.
ResponderEliminarSoberbia elección con Ella Raines, así seremos todos felices.
Bueno, meta clickear en el anuncio y nada. Te quedas sin mi dinero Tipo de la Brocha, no digas que no lo he intentado!
ResponderEliminarY si el Sr Harper no ponia a malosos de gatillo facil a cuidar un ataud, los demás no creerian que esta lleno de oro, no crees? Que lo deje tirado con los demas cachivaches y nos quedamos sin libro! :D
Saludos desde el pais donde se comen empanadas de carne, Argentina!
LacraESECEFE: Son unos libros geniales para pasar el rato... si escoges bien. De los miles que hay, muchos son malos.
ResponderEliminarBizarro: El señor Harper no es un hombre de grandes ideas.
Buenas, ya me lo he descargado, y tras tu excelente artículo me gustaría saber si hay más pdf gratuitos de esta índole, pues por trabajo viajo mucho en tren todas las semanas y me aburren las pelis que ponen (por no decir que las repiten hasta la saciedad)
ResponderEliminarGracias!
Lo mejor es comprarlos en librerías y rastrillos. No conozco sitios donde se hayan subido en formato electrónico... con permiso de los autores.
EliminarPues yo he leído que "Silver Kane" no sólo era González Ledesma, sino que era un seudónimo ficticio que englobaba a diversos "negros", escritores sin nombre que una vez escrito el libro, cobraban y hacían mutis por el foro, o bien escribían algunos libros más, todos bajo dicho seudónimo. De hecho, yo conocí personalmente al autor de "Rancho Drácula", que NO era González Ledesma, sino un profesor de literatura de un colegio de Madrid. O al menos eso decía él ...
ResponderEliminarPues "Dragón de Chinatown" y "M-31 contra la Doctora Muerte" se oyen interesantes, ¿nadie sabe donde poder hallarlos?
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