12 de agosto de 2013

Leisure Suit Larry Reloaded

Debo de haber probado casi todas las aventuras gráficas a las que solemos referirnos como clásicas, o al menos lo he intentado, lo cual, según el maestro Yoda, no vale un pimiento. Ya sabéis: "Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes, y acércame otra de esas salchicas espaciales, por favor". Sin embargo, nunca he sido un gran seguidor de los Leisure Suit Larry de Al Lowe.

No es que no los conociese, claro. Recuerdo a la perfección haber leído en el colegio la Micromanía número 48, que le dedicaba portada, guía y análisis al primer título de la saga, y también la rumorología que giraba en torno al juego y sus secuelas (mucho antes de que discutiésemos sobre si se podía o no resucitar a Aeris en Final Fantasy VII, ya nos planteábamos si se podía ver a alguna gachí en pelotas en los Larry); pero, hasta la fecha, sólo había llegado a terminar el sexto título de la saga, que me costó bastante superar y tampoco disfruté en exceso. De su caída en picado tras la séptima entrega es mejor no hablar.

La verdad es que los Leisure Suit Larry no son santo de mi devoción. Su argumento suele resumirse en que el protagonista, Larry Laffer, quiere zumbarse a uno o varios pibones, y, lamentablemente, no por ser un propósito loable sobre el que erigir una filosofía de vida, constituye una historia interesante sobre la que desarrollar un videojuego, ¡y mucho menos seis! Solventada esta cuestión, pasemos ya al análisis.

En el primer título de esta saga, titulado Leisure Suit Larry in the Land of the Lounge Lizards, más conocido como Larry 1, y ahora remodelado en alta definición como Leisure Suit Larry Reloaded, un desesperado y calenturiento Larry Laffer, un vendedor de software todavía virgen a los cuarenta, abandona el sótano de la casa de su madre y se dirige a la ciudad de Lost Wages en busca de sexo la mujer de sus sueños. Sus armas de seducción son un traje de poliéster pasado de moda, un espray para el mal aliento y 100 dólares.

¿Conseguirá Larry alcanzar su objetivo? Y si lo hace, ¿quién será la "afortunada"?, ¿la pilingui del segundo piso del Lefty's, la recepcionista del casino Caesar's Phallus, la submarinista asiática, la rubia de la discoteca 69, o la despampanante chica del jacuzzi? ¡Ah, el romanticismo!

Versión EGA de 1987.

Remake VGA de 1991.

Reloaded. El poliéster siempre será la tela del futuro.

La mecánica de juego es la habitual en las primeras aventuras gráficas de Sierra. O, mejor dicho, de las posteriores a King's Quest IV y de los remakes de las primeras, porque en los primeros títulos de la compañía se jugaba con el teclado y había que escribir cada orden como si fuéramos Matthew Broderick en Juegos de guerra. "TENER SEXO CON PROTECCIÓN CON PROSTITUTA" había que teclear ¡y en inglés nada menos! Un fastidio, vamos.

Afortunadamente, desde 1991 manejamos a Larry con el ratón, seleccionando entre las distintas acciones que podemos realizar utilizando los iconos oportunos y haciendo clic sobre la persona u objeto con el que queramos interactuar. Las acciones corrientes son las que cabe esperar de cualquier aventura gráfica: andar, mirar, coger/usar y hablar; pero también hay un par de acciones algo más atípicas y estrafalarias: oler/lamer y bajarse la cremallera, lo que, como dice el narrador, Larry hace "normalmente por una de dos razones algo… digamos que feas".

Las manos quietas, hombrecito.

Podemos interactuar con casi todo lo que está a la vista, cosa que deberíamos hacer si queremos exprimir el juego y sacarle todo su jugo, porque hay una frase lista para cada ocasión.

Aunque los puntos calientes no aparecen señalados de forma alguna en la pantalla, ni siquiera cuando pasamos el cursor sobre ellos, no es difícil distinguir qué es relevante y qué no, y no hay nada que vayamos a tardar horas en encontrar porque ocupe un solo píxel como en el Indiana Jones y la última Cruzada de LucasArts. ¿Recordáis cuando veíais Bola de Dragón y sabíais que roca se iba a romper? Pues esto es parecido.

El inventario. Ahí lo tenéis.

Entrando ya en materia, los puzles son básicos y poco satisfactorios, y aunque en Reloaded hay pequeñas mejoras y adiciones respecto las versiones EGA y VGA, todavía peca de ser demasiado simplón, lo que unido a su corta duración hace que uno lo deba pensárselo dos veces antes de pagar 15 euros por él. Vosotros, por si acaso, pensároslo tres o cuatro, que probablemente vuestro cerebro no carbure bien bajo los efectos del calor.

Uno de los aspectos más molestos, y que ya estaba presente en las versiones anteriores, es que tenemos que coger un taxi para movernos de una zona a otra de la ciudad, lo que nos obliga a conseguir dinero en las máquinas tragaperras si no queremos que el taxista nos mande al cuerno. Es cierto que hay una forma de ganar siempre en las tragaperras: grabando y cargando la partida una y otra vez o, lo que es lo mismo, haciendo trampa; pero eso no es divertido, sólo sirve para alargar artificialmente la duración del juego y al rato aburre tanto como cultivar zanahorias. Sí, no seréis aventureros de verdad hasta que cultivéis zanahorias en Fenimore Fillmore.

Por todo ello, la mejor baza del juego sigue siendo su sentido del humor, que se acentúa en los diálogos entre Larry y el narrador cuando interactuamos de diferentes maneras con los objetos y personas que hay en cada escenario. Sin embargo, el humor, más cercano a la chabacanería de Torrente que a la picardía de José Luis López Vázquez, es demasiado casposo y rancio para mi gusto; hay poca ironía y muchos chistes burdos, nada que ver con el tipo de comedia más juvenil que hacía LucasArts. No digo que el juego no sea divertido, sólo que no lo es para mí. Habrá incluso quien se ría con los chistes de Lepe, digo yo.

Descubriendo el mundo de las enfermedades venéreas.

Entrando ya a valorar los méritos de Reloaded, sin duda el más importante son los gráficos en alta definición con relación de aspecto de 16:9, un verdadero lavado de cara respecto de la anterior versión de 256 colores al que hay que sumar una nueva banda sonora y la inclusión de voces, con Jan Rabson retomando su rol de Larry Laffer.

Donde más se aprecia el cambio de calidad es en los retratos de las chicas, que están más despampanantes que nunca, aunque supongo que los puristas hubieran preferido que los desarrolladores fueran más fieles a los diseños originales. Nunca llueve a gusto de todos.

Ahora bien, aunque la resolución, o cómo pamplinas se llame eso, es muy buena, los dibujos no siempre resultan acertados, y pese a que los gráficos deberían ser el gran aliciente de este remake, hay elementos que no acaban de encajar y varias animaciones que da grima verlas, especialmente las de Fawn, la chica de la discoteca, que además aparece desproporcionada, superpuesta y que, en definitiva, no hay por dónde cogerla.

Versión original de 1987.

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Remake de 1991.

Reloaded. El truco para quitar el vapor sigue siendo el mismo.

En conclusión, si sois incondicionales de la saga para pervertidos sin edad para comprar la Playboy creada por Al Lowe, seguramente ya os hayáis comprado el juego y estéis leyendo esto para saber si sois los únicos a los que os ha encantado, decepcionado o dejado indiferentes. Si no lo sois, sólo os recomiendo que compréis Leisure Suit Larry Reloaded si coleccionáis aventuras gráficas como quien colecciona gnomos de jardín: con desesperación y sin sentido común.

13 comentarios

  1. Qué recuerdos de esta incombustible saga, hay que reconocer que tienen todo el arte para vender el mismo producto durante años años y más años.

    Por la extensión del artículo veo que al autor le emocionó sobremanera, aunque también entiendo que en estas fechas estivales querrá escribir nada y menos.

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  2. Terminento12/8/13 10:39

    A mí tampoco me terminaban los Larry. Al igual que usted, siempre me parecieron de... digamos "mejor gusto" las aventuras de Lucas Arts. El destino de Atlantis era y es lo mejor del género, a pesar de que al igual que usted el puto botón y el chicle de un píxel me volvieron loco.

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  3. Jugar los Larry en compañía de colegas les daba el impulso del cachondeísmo. Que recuerde, el 6 y el 7.

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  4. Doctor Müller: No creo que 1.200 palabras sean pocas para este juego. Y a la vista está que estas fechas no me hacen escribir menos, ¡sino más! ¿Qué me dices de mi visita al zoo?

    Terminento: El Fate of Atlantis es fácil comparado con La última Cruzada. Prueba éste y me dices.

    Anónimo: Será eso lo que me falla. Jugar con una marioneta de la rana Gustavo a mi lado no es lo mismo.

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  5. Ua, no sabía que el Larry hubiese pasado también por reformulaciones a lo VGA y remakes. Me gustan mucho las capturas de la version del 91, tengo debilidad por esos pixels crugientes de mil colores... Bueno, de 256.

    Dicho esto, los juegos me parecían un coñazo, la dinámica de la jugabilidad los Sierra insoportable y ni las tetas me motivaban a acabármelos. Ojo, ni las tetas. Y estoy hablando de cuando tenía 11 o 12 años.

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  6. El artículo de la visita al Zoo ha sido uno de los mejores artículos del lustro que recuerdo, además de una extensión acorde con la fauna metida en el recinto aunque me parece fatal que no hables de los mandriles.
    Hace tres años habían mandriles ¿ya no los hay?
    Una visita al Zoo sin ver a los mandriles...

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  7. Miguel Roselló: La dinámica de Sierra también me pareció insoportable hasta que me puse en serio con los remakes de los primeros King's Quest. El esfuerzo merece la pena.

    Ni las tetas... Madre mía, eso es serio.

    Doctor Müller: Mandriles, papiones, babuinos... ¡Monos!

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  8. La niña de la última ilustración, podría jurar que es un calco sobre el rostro de Raven Riley (aquí ya le he dado una excusa para investigar sr Brocha).

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    1. He tardado diez segundos en dar con la foto que han calcado. Qué caraduras.

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  9. Pero a lo que vamos, ¿hay tías desnudas o no?, si uno no se puede tocar, ¿para qué comprarlo?

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    1. En internet hay muchas tías desnudas; no lo compres.

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  10. Mixtli198426/8/13 22:22

    Cuando era crio nunca tuve oportunidad de jugarlo aunque me moria de ganas, el mayor aliciente era ver cacho pero ahora ya es un poco tarde ya he visto demasiado para que me motive y no me convece la mecanica del juego. Leere las novelas de Jhon Carter.

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  11. No estará al nivel de las obras de Lucas Arts pero a mi me gusta esta saga por su humor chabacano y cutre y la temática, cosas que lo diferenciaban de otras aventuras gráficas.

    Espero a que se animen a hacer remakes similares del 2 y del 3, tras jugar al remake del 91 los gráficos y la estéticas de esas versiones me echaron para atrás.

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