En Los dioses de Marte, la segunda novela del ciclo de Barsoom, Edgar Rice Burroughs recupera todos los elementos que nos fascinaron de Una princesa de Marte y los multiplica por tres. Tres veces más acción, tres veces más muertos, tres veces más tías buenas, tres veces más marcianos... Aunque las matemáticas no fueran lo vuestro, quiero suponer que captáis la idea. Hay más y mejor.
Antes de seguir adelante, la Comisión Antispoilers me obliga a advertiros que si todavía no habéis leído la novela anterior, a lo mejor queréis imaginaros a Gandalf entre este párrafo y el siguiente gritando aquello de "¡No pasarás!" con cara de estar liberando el resultado de tres días de fuerte estreñimiento, porque os voy a destripar el final de Una princesa de Marte para poder situaros en el contexto de su continuación.
La última vez que vimos a John Carter, capitán confederado metido a emperador de un reino marciano (nada como mudarse a otro planeta para escalar puestos), estaba evitando con su último aliento el fin de toda la vida en Marte. Desafortunadamente, antes de saber siquiera si había desempeñado con éxito su misión y salvado a los barsoomianos de una muerte segura, John Carter regresó de improviso a la Tierra del mismo modo en que había llegado al Planeta Rojo: atravesando el espacio en un instante por arte de birlibirloque; un recurso tan ridículo cuya reutilización sólo puede perdonarse por lo alucinante que es el resto del libro.
John Carter pasa entonces diez años de su vida en la Tierra rogando por volver a Marte con el reconcome de no saber cuál fue el destino de su esposa la princesa Dejah Thoris y su hijo nonato, hasta que un día, sin comerlo ni beberlo, se ve transportado de nuevo por el vacío sideral hasta un lugar que no le es familiar y que no parece marciano en absoluto. Frente al Marte de los desiertos sin fin, se encuentra a sí mismo en medio de una pradera, rodeado de árboles y ante un mar abierto. Imaginaos rascacielos en Villamoros de Mansilla; el impacto vendría a ser más o menos el mismo.
Pero nosotros sabemos que nuestro héroe ha regresado a Marte porque, de lo contrario, el libro llevaría otro título, como, por ejemplo, Los dioses de Plutón. Ya sé que dicen que Plutón no es un planeta, pero como crecí con las canciones de Enrique y Ana, para mí lo será hasta que los astrónomos eviten la colisión de un asteroide contra nuestro planeta enviando a Bruce Willis con una bomba al espacio. Solo así se ganarán mi respeto y acataré sus decisiones.
A partir de aquí comienza la acción, y pocas páginas después de su llegada, John Carter y su mejor amigo el marciano verde Tars Tarkas ya están luchando por su vida contra una horda de hombres planta y grandes monos blancos.
Ilustración de Michael Whelan. |
Desde este momento, el libro es un no parar de situaciones peliagudas dignas de los seriales televisivos que inspiraron las películas de Indiana Jones, combates épicos, mujeres hermosas que caen rendidas a los pies de nuestro héroe, enemigos vengativos e implacables, turismo carcelario, reuniones familiares inesperadas...
Mi capítulo favorito es el de la batalla en la arena del circo, que supera sin duda a todas las vistas en Gladiator, Spartacus, Las doce pruebas de Astérix y cualquier otra película o teleserie que se os ocurra. La misma emoción que uno puede sentir delante de una pantalla gigantesca en el cine, la siente uno tirado en el sofá de su casa y tomando una taza de cacao caliente con este libro en las manos.
Romance, misterio, fantasía, acción... Los dioses de Marte lo tiene todo, salvo un cierre que ponga término a las peripecias de John Carter. Si llegáis a la última página y no estáis deseando haceros con el siguiente título de la saga, es que tenéis la curiosidad atrofiada. Planteaos ir al médico.
Primera edición española. ¿Cuántos de vosotros no habéis pagado jamás con pesetas? |
aaaaaH; dos al hilo de lujo!!! No entiendo porqué hasta ahora le presto mayor atención a este par de libros, siendo que me late el género.
ResponderEliminarhttp://www.bibliocomunidad.com/web/libros/Burroughs,%20Edgar%20Rice%20-%20M2,%20Dioses%20de%20Marte.pdf
Ya te imagino haciendo cara de que ves a un bicho raro; pero buen post.
Sólo he publicado esta entrada porque me daba pereza cambiar el vídeo del Tubo Musical.
Eliminar¿Cuando comprenderás que para mi no hay mayor dios que tu persona?
ResponderEliminarEscalofriante...
Eliminar¿Marte? ¿Tres? ¿Fui el único que pensó en ella?
ResponderEliminarAhora bien, me está orillando a conseguirme los libros. Si su intención es que nos interesemos en la saga pues lo está logrando.
Ahora me has dejado con el culo torcido. No solo por al reseña a un gran libro, sino porque es la segunda referencia a un pueblo de León que haces en el blog. Y cada vez te acercas más a Reliegos, donde teniamos rascacielos pero se nos cayeron por hacerlos en las bodegas. Un saludo y sigue tan genial como siempre.
ResponderEliminarMagnifica reseña. Me has convencido, me he emocionado leyendo el resumen no me imagino como sera el libro. A por el voy.
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