Star TreX

Que el título de este artículo no os lleve a engaño. Si bien es cierto que existe una versión erótico-festiva de Star Trek (me lo dijo un amigo mío al que apenas conozco), de lo que venimos a hablar hoy no es de cine ni televisión, sino de un tebeo que desafía lo imposible, se mea en el sentido común y escupe sobre todo lo que sea convencional. O casi.

Así pues, aunque probablemente empezasteis a leer esto pensando que encontrarías imágenes picantes de gachíes espaciales, os invito a seguir conmigo en la recapitulación de este singular crossover, en el que se aúnan dos franquicias que no pegan ni con cola de contacto: Star Trek y X-Men.

Espero que estéis dispuestos a "alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar". Como la estantería de arriba, o el orgasmo femenino.

La primera viñeta nos muestra al capitán Kirk, al señor Spock y al doctor McCoy en el puente del Enterprise. Si no sabéis de quiénes estoy hablando, haríais bien en leeros mi artículo sobre Star Trek, la serie original, porque pienso saltarme las presentaciones e ir al grano. No es un chiste. Puedo hacerlo.

Probablemente después de una emocionante aventura con klingons, escenarios de cartón y mujeres verdes del espacio profundo, nuestros viajeros galácticos avistan el planeta Delta Vega. No hay duda de que "Delta Verga" sería un nombre más hilarante; pero, insisto, no estamos recapitulando This Ain't Star Trek XXX. ¿O es que veis a Sasha Grey por alguna parte?

De hecho, el planeta forma parte del canon de la serie. Concretamente, en uno de los primeros episodios se convirtió en la tumba de Gary Mitchell, un viejo amigo de Kirk al que unas "fuerzas extrañas" otorgaron poderes casi ilimitados, mutándolo en un psicópata telequinético con ojos que hacían chiribitas.

Aun así, seguía llevando el ridículo pijama de la Flota Estelar.

Sin venir a cuento, Spock informa que tendrán "la anomalía al alcance visual dentro de 8,7 segundos", lo que me lleva a preguntarme si el vulcaniano valorará en sus cálculos el tiempo que tarda en decir estas tonterías o incluso las eventuales interrupciones de otros tripulantes. En realidad, creo que se inventa las cifras sobre la marcha para sonar inteligente con la esperanza de que nadie tenga un cronómetro a mano. Menudo farsante.

La anomalía en cuestión consiste en una "fisura psiónica en el espacio-tiempo" (y con esto ya os lo he aclarado todo) y su causa es el ser conocido como Proteo, un mutante capaz de alterar su aspecto a su antojo y sobre el que podéis encontrar más información aquí. Yo el único Proteo que conozco es el de la mitología griega y voy que ardo.

De alguna forma oscura y compleja, quizá demasiado oscura y compleja como para explicarla con niños delante, Proteo ha poseído el cadáver de Gary Mitchell, y juntos, han renacido como una entidad omnipotente que amenaza con destruir de un plumazo los universos trekkie y Marvel. Esto es muy malo, porque, entre ambas franquicias, no creo que haya una sola tía que no esté que cruje.

De pronto, una nave aparece de la nada frente al Enterprise y, así sin más, explota en pedazos. Por suerte para sus pasajeros, el jefe de ingenieros Scotty consigue teletransportarlos a tiempo a bordo del Enterprise. Y los recién llegados no son otros que la Patrulla X.

A falta de una explicación mejor, pensaré que para los alumnos de Xavier eso de viajar a universos alternativos y futuribles es como para mí subir a Palencia.

Gambito, que apenas aguanta una desmaterialización molecular de nada, está hecho mierda, así que Tormenta y Bestia cargan con él hasta la enfermería, presuponiendo que en la nave hay una y, por supuesto, encontrandola enseguida. Dado que el Enterprise tiene 300 metros de eslora y 23 cubiertas (no sé por qué lo sé, pero lo sé), supondré que dieron con algún mapa de esos de "Usted está aquí".

En la enfermería, los X-Men conocen al doctor McCoy, que no solo no se sorprende en absoluto con esta peculiar visita, sino que se ofrece de inmediato a asistir al gabacho mariquita.

¿En serio me están diciendo que una bola de pelo azulado y una mujer sin pupilas no le causan el más mínimo recelo? ¿No tiene que cumplir unas normas de seguridad e higiene en el trabajo? ¿De verdad pretendo encontrarle sentido a esto?

Mientras tanto, Cíclope, Jean Grey (a.k.a. la Chica Maravillosa), Bishop y Lobezno, que vagaban por ahí en busca de una nave auxiliar para descender al planeta, son sorprendidos por Spock. ¿Coincidencia? No. Spock había captado el rastreo telepático de la Chica Maravillosa. Cristalino como el agua.

Para darle un poco de vidilla a la historieta, y como quien no quiere la cosa, Lobezno ataca a Spock. Sin embargo, y para sorpresa de todos, el oficial del Enterprise deja fuera de combate al ex Arma X en un santiamén con su pinzamiento vulcaniano. Y este, señores, es el momento álgido del cómic. Con eso lo digo todo.

No obstante, gracias a su factor de curación mutante, Lobezno se levanta enseguida, ante lo que Spock reacciona pronunciando su recurrente "Fascinante". Fascinante esto, fascinante lo otro... ¿Sabéis lo que es realmente fascinante? Que Lobezno se pase todo el cómic caminando en cuclillas. Cuando le salgan canas en los huevecillos, no va a haber factor curativo que arregle esa espalda.

Al rato, todos se reúnen con el capitán Kirk en el puente, y se dan cuenta de que tienen un objetivo común: detener a Proteo y librarse de la nave del Imperio Shi'ar que lleva amenazando al Enterprise desde hace un buen rato. No os había dicho nada antes para no alarmaros y porque los personajes de Marvel me confunden. ¿Alguien sabe quién porras es Ave de Muerte?

Después de una sesión de brainstorming, Kirk se queda a solas con Jean Grey y, siguiendo su peculiar protocolo interestelar, le tira los trastos. Aunque un dibujo jamás podrá compararse con William Shatner en acción, es un alivio saber que aunque el puto multiverso está en juego, el capitán Kirk sigue teniendo claras sus prioridades: 1) mojar; 2) mantener el peluquín en su sitio; 3) salvar el universo.

Decididos a presentar batalla contra "Proteomitchell", la Patrulla X y el reparto principal de Star Trek descienden al planeta Delta Vega.

El hecho de que vayan a librar un combate decisivo y Kirk, de entre los 400 hombres que tiene a sus órdenes, se lleve consigo a la oficial de comunicaciones Uhura (la teleoperadora del Enterprise, para que nos entendamos), habla de lo mucho que le preocupa a este hombre el futuro. Imagino que lo importante es que el equipo luzca bien en las fotos.

El último acto del cómic es todo lo ÉPICO y a la vez predecible que cabría esperar, lo que significa que, al final, ganan los buenos. Por eso, yo prefiero fijarme en los pequeños detalles, como ese Gambito flirteando con Uhura de la viñeta de la derecha.

A modo de conclusión, añadir que aunque el argumento parte de un "todo vale", el cómic resulta hasta cierto punto entretenido. Un punto a su favor es que los personajes de Star Trek están retratados con un estilo bastante realista y se asemejan mucho a los actores que los interpretaban en la serie televisiva. Lo malo es que a su lado, los X-Men, con sus proporciones disparatadas, parecen monstruos de feria.

Supongo que no está mal para una lectura rápida. Mientras uno está en el váter, por ejemplo.