19 de marzo de 2012

En la cuerda floja (1984)

En la cuerda floja... Disculpad de antemano el chiste fácil, pero para floja la película. Y mirad que me gusta Clint Eastwood como actor, pese a sus muchas veces criticado hieratismo. Tengo todas las películas que ha protagonizado desde que rodó La trilogía del dólar (y también alguna anterior, como Tarántula, aunque Eastwood ni siquiera figure en los créditos) y me habré visto cada una de ellas como mínimo dos veces. Sí, incluso Los puentes de Madison. Estoy de acuerdo en que no es el tipo de peli que me alegra el día, pero a las señoritas suele gustarles y en mi filmoteca no hay mucho más donde elegir si quieren pasar una tarde de sofá y arrumacos. Las otras opciones que se me ocurren son Atrapado en el tiempo y Los locos del Cannonball, y con la segunda me da en la nariz que ya me estoy arriesgando demasiado.

En el filme, Clint interpreta a Wes Block, un policía divorciado y padre de dos hijas (la mayor de ellas su hija en la vida real, Alison Eastwood), que investiga una serie de crímenes sexuales a la vez que él mismo da rienda suelta a su lado más perverso, manteniendo relaciones con prostitutas y strippers que acaban sumándose a la pila de víctimas y acercando al asesino poco a poco a su círculo familiar.

Suena interesante, ¿verdad? Pues no lo es.

Para empezar, y no soy nada mojigato, ya me deja descolocado que esta sea precisamente la película que escogió Clint para que su hija de nueve años debutase como actriz. Casi puede imaginarse uno la conversación...

Clint: Cielo, ¿quieres trabajar con papá en su próxima peli?
Alison: ¡Sí!
Clint: Estupendo. La semana que viene comienzan los ensayos. Puedes ir aprendiéndote la escena en la que el estrangulador de prostitutas te deja esposada y amordazada en mi cama con los muslos al aire.

Suena sucio incluso para mí.

Clint Eastwood: padre del año 1984.

Anécdotas aparte, lo triste es que nos encontramos ante la típica cinta desarrollada en base a una idea que suena muy interesante sobre el papel, pero que acaba llevándose a la pantalla de la forma más conservadora y menos emocionante posible. En la cuerda floja no solo no sorprende al espectador, sino que encima lo mata de aburrimiento con su parsimonia y falta de nervio. Y esto sí que es un crimen.

La fórmula para un buen thriller consiste en conseguir que la tensión y el suspense vayan en aumento a medida que se desenvuelve la trama para, en el último acto, acabar con un clímax que te deje patitieso. Eso o tener zombis dispuestos a ejecutar complejos números de baile en mitad la calle. Y aquí no vemos ni lo uno ni lo otro.

Pese a un comienzo intrigante, la tensión va decayendo hasta alcanzar el previsible final y, para entonces, uno ya está medio dormido. Añadid a lo anterior una partenaire (Geneviève Bujold) sosa como ella sola y comprenderéis por qué las críticas fueron... ¿bastante buenas? En fin, ¿qué sabrán los críticos?

A pesar de todo, hay un momento de la película que brilla con luz propia y que hace que merezca la pena verla... al menos hasta el minuto 33, que es cuando aparece esto:


¿No lo veis?

Esperad, que os lo acerco un poco más.


¡Sí, cereales de Donkey Kong! ¿Pagaría Nintendo por esta publicidad? ¿Estuvo la famosa compañía nipona interesada en algún momento en asociar sus productos con crímenes sexuales violentos? Y si es así, ¿qué clase de mensaje querían transmitir a los niños?

No tengo respuesta para estos interrogantes, pero esa caja de cereales es lo más interesante que puedo sacar de esta película.

Donkey Kong, el desayuno de los machotes.

8 comentarios

  1. Ay "Los puentes de Madison"... En esa peli sientes que algo falla... No paras de preguntarte qué hace Eastwood ahí y no otro actor... Es... No sé, como ver a Bill Murray en "Lost in traslation".

    En cuanto a esta película, he de decir que, curiosamente, es de las que no he visto de este gran actor (también de mis favoritos), así que poco puedo opinar sobre ella... Pero oye, ¡por lo de los cereales Donkey Kong ya vale la pena echarle un ojo!

    Ahora que hablamos de Clint, ya me vi una que recomendabas hace meses: "El desafío de las águilas". (También me leí tu reseña después de verla). Impresionante film. Muchas gracias por tal recomendación, en serio... Nazis + castillo en medio de las montañas + Eastwood = WIN.

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  2. Quiero pensar que en los 80's usar otras marcas sin consentimiento del autor era una práctica de todos los días.
    ¡Al igual que aquí!
    O fue la única condición que la hija del buen Clint exigió para actuar en una película de fuerte contenido sexual.

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  3. Oigan, a mí "Los Puentes..." me dejo con el corazón en la mano. Años de admirar a Eastwood, el más machote de los héroes machotes y va y te hace una película romántica como la copa de un pino. Mierda Clint, me engañaste... ese día hiciste trizas mi corazón que creció viendo al os héroes ochenteros...

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  4. Me suena otro dramón interpretado por Eastwood, aunque no tan romanticoide como "Los puentes de Madison", titulado "El seductor".

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  5. Eastwood hizo la de los puentes de Madison la hizo para demostrar más que nada lo buen actor que es metiéndose en un papel distinto al que nos tiene acostumbrados. Imaginaos a una de las actrices habituales de películas románticas (como Julia Roberts) protagonizando una peli de tipos duros, no podrían.

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  6. Se ha colado usted, Bróchez. No ha hablado de Johnny Cash ni una vez en todo el artículo. A ver si se documenta un poco mejor, hombre.

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  7. Roy D. Mustang: No me menciones Lost in translation. Para la mí fue la película que mató a Bill Murray.

    LacraESECEFE: Antes era más difícil llevar el control del uso de las marcas, pero, créeme, se hacía.

    Jeral: Los puentes de Madison es una buena película y refleja fielmente la lógica de la mujer.

    Critical+: El seductor, más que un drama, es casi una película de terror. Se parece mucho a Misery.

    Anónimo: Otros papeles en los que se sale de su papel habitual son Escalofrío en la noche y El seductor; pero sus registros nunca varían demasiado.

    Un tipo con boina: Sinceramente, creí que nadie se daría cuenta de ese fallo.

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  8. a mi me paso con los puentes de madison lo mismo que le pasó a aquel monologuista español, Aguistin Jimenez... me puse a ver la pelicula del tito clint y cual fue mi sorpresa, solo hablan, no hay tiros y no tira ningun puente a bajo...

    http://www.youtube.com/watch?v=oQSqEzSI-Og

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