23 de agosto de 2012

Dídac Arcos: Abrazando la oscuridad

El fin de semana pasado me leí una novela de la que probablemente sea la primera vez que oís hablar. El título lo tenéis arriba con letras bien grandes, pero como no quiero alterar el curso descendente de vuestra mirada, os lo repito a continuación: Dídac Arcos: Abrazando la oscuridad. Su autor, J. M. de Vega, no es ningún escritor famoso. Yo ni siquiera sé qué significan las siglas J. M., aunque voy a pensar que responden a Jaegar Maximilian, porque es un nombre con clase que sin duda ayudará a impulsar las ventas internacionales.

Según tengo entendido, esta novela es la primera parte de una saga que aún está por escribir. De hecho, como acaba con un cliffhanger, espero que el autor continúe la historia o le desearé que su próxima noche de Dom Perignon, velas y "qué bien hice en cambiar las sábanas esta mañana" se convierta en una noche de vino Don Simón, combustión espontánea y "¿cómo me deshago yo de este cadáver?".

Por cierto, ¿es cosa mía o estas introducciones son cada vez más estúpidas?

Vayamos con la sinopsis. Dídac Arcos es un estudiante que se está sacando el doctorado y un bicho raro. Superdotado, egocéntrico, vanidoso, asocial… y, además, sólo come sándwiches vegetales. Jamás os fiéis de nadie que sólo coma sándwiches vegetales. Ni tampoco de los sándwiches vegetales. ¿Sabéis con qué los hacen? Con vegetales.

Dídac arrastra un trauma del pasado: cuando era pequeño, asesinaron a su hermano Zacarías y jamás se descubrió al culpable. Con un nombre como Zacarías cualquiera podría ser culpable, empezando por todos los niños que fueron con ellos al colegio. El propio Dídac fue sospechoso del crimen y las acusaciones le han perseguido toda su vida.

Ahora la policía ha reabierto el caso y las pistas apuntan a un asesino en serie obsesionado con niños superdotados (en el sector de dar matarile, la clave es especializarse. Si por alguna razón me despidiesen de mi actual trabajo y no pudiera ganarme bien la vida como stripper, creo que me convertiría en una asesino de ornitólogos zurdos con heterocromía  sólo para ver qué mote me pone la prensa). El único cabo suelto en el historial del asesino fue Dídac y ahora ha vuelto a por él, pero… ¿será cazador o cazado?

La historia es buena y poco predecible, y aunque en algunos puntos la trama peca de ambiciosa y se hubiera beneficiado de una mayor sencillez, siempre es entretenida. Me alegra saber, además, que esa pretensión de entretener es la que tenían en mente tanto su autor, como mi amiga Tempus Frangit, que colaboró en la redacción del libro y que dice en su blog lo siguiente:

"Sí, es muy fácil de leer y está claramente dedicado a que el lector lo disfrute en vez de hacerle más culto, pero ¡hey!, no todo es Dostoievski en esta vida".

No quería citar a nadie, pero tanto párrafo seguido en bloque queda un tanto soso, ¿verdad? Mi otra opción era poner fotos de un perrito haciéndole el amor a un osito de peluche. Habéis tenido suerte.

Según datos estimados de Amazon, el relato tiene unas 200 páginas. Si a esto le añadimos que está narrado en primera persona y en tiempo presente (dos recursos literarios que funcionan como los alerones del Coche Fantástico en el modo Super Persecución), el libro se lee en nada y menos.

A mí desde luego me enganchó lo bastante como para terminarmelo de una sentada, sin levantarme siquiera para ir al baño. El tiempo pasa volando cuando te entretienes, sobre todo cuando estás enfrascado en algo que te gusta y no te llaman otra vez los de Orange para recordarte que seguramente estás pagando más de 30 euros por tu ADSL.

Las sorpresas y giros insospechados (algunos artificiosos, todo hay que decirlo) también agilizan el ritmo y mantienen en vilo al lector, aunque ninguno supera el sopetón del primer asesinato. ¿Debería considerar esto un spoiler? No, ¿verdad? Es una novela negra. ¿Qué creíais que representaban las manchas de sangre de la portada?

Dicho esto, y aunque admiro y envidio a cualquiera que, no dedicándose profesionalmente a la literatura, se anime y saque tiempo para escribir una novela (yo he fracasado en todos mis intentos y por eso ahora descargo mi frustración poniendo a otros a parir), eso no hace desaparecer los defectos que pueda tener su obra, sólo los hace un poco más disculpables que si se tratase de un autor consolidado que se gana la vida escribiendo. Así que nada darse aires como si fueras una estrella del rock, ¿eh?, Jaegar Maximilian de Vega.

A donde quiero ir a parar es a que esta es la novela de un escritor novel y se nota. Hay momentos excesivamente apresurados y otros que exigen un grado muy elevado de suspensión de la incredulidad. La persona y el tiempo verbal escogidos para narrar el relato ayudan a disimular la inexperiencia del autor, pero no la ocultan. ¿La solución? Seguir escribiendo. Posiblemente, cuando Juan Gallardo (más conocido por el pseudónimo de Curtis Garland) escribió sus primeros bolsilibros, no se sentía tan seguro ni trabajaba con la misma soltura que como acabó haciéndolo con el paso de los años. Cuando superas la barrera de las mil novelas, escribes en piloto automático.

Un segundo problema es que J. M. no consigue transmitir la gran inteligencia que se le supone a su protagonista y que es precisamente lo que lo convierte en el blanco de un pirado. Dídac Arcos no parece superdotado, ni siquiera talentoso como el señor Ripley, y dudo que lograra ingresar en Mensa o, ya puestos, en un club de lectura medianamente exigente. De hecho, quitando un par de "experimentos" que cualquiera podría aprender buscando en Internet, Dídac es un tipo más bien mediocre. Pretencioso y mediocre, la peor combinación posible.

Aun así, la novela cumple sobradamente su meta de entretener y engancha bastante. Son algunas de las virtudes de la serie B de la literatura. Disfrutad de ellas ahora que podéis. Cuesta 2,68 euros y, por si os interesa, aquí tenéis el enlace. Os durará más que una café y un bollo.

7 comentarios

  1. Buena reseña para conocer qué ofrece el libro. Así se que no me interesa xD.

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  2. Después de tus reseñas de Ready Player One y La puerta de Anubis me los leí y me encantaron así que tendré que añadir este a la lista y por ese precio será en breve

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  3. Jero-chan: Misión cumplida entonces.

    aaron López Rodríguez: Te advierto que no tengo libro de reclamaciones.

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  4. Mixtli198423/8/12 23:42

    Lo siento, no me ha convencido. Tenía dudas pero al pensar que el protagonista es como Sheldon Cooper me ha echado para atras.
    Tengo muchas cosas pendientes, como empezar con Mundodisco, este va a la lista de pendientes pero al final y a saber si llego algún dia al final.

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  5. Guau, cuando he entrado en tu blog (por primera vez en mil años, todo sea dicho) para ver cómo iba la cosa... ¡vaya sorpresa! No me esperaba una review para nada. Mil gracias.

    ¡Y me alegro muchísimo de que te haya gustado!

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  6. ¡Hola! Decir que me ha pasado el enlace a tu blog la señorita Tempus Frangit y bueno, no puedo más que agradecer tu reseña. Como bien comentas, es un libro cuya mayor y única pretensión es la de hacer pasar un buen rato, entretener y enganchar, sin más, así que si en tu caso lo ha conseguido, fantástico, de verdad que me alegra mucho.

    Por otro lado, has mencionado (y es totalmente comprensible) que no me conoces. Por eso te diré que sí, es mi primera novela, pero me dedico a la escritura a nivel profesional desde hace muchos años. Soy guionista/redactor deportivo y sí, creo que en el futuro podré darle más nivel a mis novelas, aunque te confieso que estoy bastante satisfecho tanto con mi trabajo, como con el de mi compañera.

    Lo último que he hecho como guionista ha sido esta serie, que probablemente se vea en TV a lo largo del año, pero tampoco quiero echar las campanas al vuelo:

    http://www.youtube.com/watch?v=sAjsRtlvLK8

    En fin, ya paro, que hay que ser muy cabroncete para, encima de que te hacen publicidad, venir a hacer tú más publicidad de otros proyectos. :P

    ¡Un saludo y una vez más muchas gracias!

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    Respuestas
    1. Perdona por la confusión. Cuando decía que no te dedicabas profesionalmente a la escritura (si es que es eso lo que dije, no pienso leerme este artículo de nuevo, qué horror), me refería solo a escribir novelas. Todos sabemos que escribir artículos periodísticos y guiones se parece tan poco a escribir novelas como escribir estas estúpidas reseñas.

      Haces bien en estar satisfecho con el trabajo. Yo lo estaría. Si hubiera escrito una novela. Cosa que no he hecho. ¡Deja de deprimirme!

      Y no te preocupes por la publicidad. Ya recibirás la factura..., Jaegar Maximiliam.

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