30 de agosto de 2012

Mundodisco: El Atlético Invisible

Hay dos tipos de novelas de Mundodisco: las que parodian los mundos de fantasía creados por Tolkien, Rober E. Howard y sus múltiples imitadores, y las que satirizan nuestro propio y tragicómico mundo. El Atlético Invisible, la 37ª novela de Mundodisco, pertenece a este segundo grupo.

El libro se publicó en el Reino Unido en 2009 con el título Unseen Academicals, y Plaza & Janés sacó la edición en castellano en julio de este mismo año. A pesar de la notable diferencia de tiempo, casi es insignificante en comparación con lo que algunos seguidores de la saga sufrieron cuando los derechos de publicación pertenecían a Martínez Roca.

Además, todo aquel que, teniendo una buena base de inglés, prefiera leerse estos libros en español y perderse algunos de los maravillosos juegos de palabras de Terry Pratchett es tonto de remate y no tiene razón alguna para quejarse. Como yo. Y por eso no me quejo. Bueno, por eso y porque mi problema es justo el contrario: no termino de acostumbrarme a leer más de un libro de Pratchett al año. Realmente la fórmula no varía mucho de unos libros a otros y hay un punto en el que es uno acaba saturado. Os lo comento porque hace solo unos meses que me leí Dinero a mansalva, y esto puede haber influido en mi opinión sobre esta nueva novela. Creedme, no es tan malo como suena. Solo quería advertíroslo, para que lo tengáis en cuenta si os importa mi valoración. Y si no os importa, no me explico qué hacéis leyendo esto. ¿Ya habéis visto todos los vídeos graciosos de gatos que hay en Internet o qué?

Empecemos por la sinopsis.

Ponder Stibbons, que tiende a llevarse "todos los trabajos que requerían opinar que las cosas debían suceder a su hora y que las cifras tenían que cuadrar", se ha topado con una vieja tradición que los magos de la Universidad Invisible no han cumplido en mucho tiempo y que les plantea el siguiente dilema: o bien juegan un partido de fútbol, o bien pierden el legado del que proviene la mayor parte de sus fondos, lo que, en pocas palabras, supondría reducir los copiosos banquetes a los que están acostumbrados a tres comidas al día, algo impensable para la comunidad mágica. El archicanciller Ridcully, un hombre de gran carácter y estómago, lo tiene muy claro: formarán su propio equipo y jugarán. Nace así el Atlético Invisible de la UI.

Sin embargo, cuando los magos se mezclan entre el populacho para refrescar su memoria acerca de un deporte del que no saben nada desde hará unos veinte años, descubren que se trata de una tradición bárbara y sin más reglas que la de jugar "hasta que se acabe el tiempo, caiga el primer muerto o haya un gol". Los partidos son más parecidos a una batalla campal que a un deporte. Y además, está el Lío, una marea de hinchas en la que un hombre lo puede pasar mal si es "un mierdecilla sin colegas". Por lo tanto, los magos acuden al patricio Vetinari, para crear un nuevo cuerpo de reglas oficiales, que, en lo básico, coinciden con las del fútbol que conocemos a día de hoy.

En paralelo, seguimos la historia de cuatro personajes: el señor Huevo, el nuevo goteador de la Universidad Invisible, un misterioso y erudito trasgo procedente de Uberwald, que se embarca en un viaje de descubrimiento personal para aceptar lo que realmente es y que sirve de eje a la novela; Trevor Probable, compañero y mejor amigo de Huevo e hijo de una leyenda del fútbol, que prometió a su difunta madre que jamás sería jugador; Glenda Habichuela, la rotunda responsable de la cocina nocturna de la Universidad, que regaña mucho a la gente y que prepara las mejores empanadas del Disco; y Juliet Stollop, una jovencita que destila belleza, algo atolondrada, pero de buen corazón, que ayuda a Glenda en la cocina y tiene la vista puesta en el mundo de la moda.

En primer lugar, conviene aclarar que esta no es una novela en la que el autor se limite a presentarnos su particular y muy británica visión del mundo del fútbol, divirtiéndose a costa de sus clichés y trasladándolos al singular universo del Disco. Como dice el propio Pratchett:

"Lo que pasa con el fútbol, lo verdaderamente importante del fútbol, es que no se trata simplemente de fútbol. Trata sobre apoyar a tu equipo, el área donde creciste y la dinámica entre la gente".

Esto significa que no hace falta que te guste el fútbol para disfrutar de este libro. A mí, sin ir más lejos, el fútbol ni me va ni me viene, y si he dicho lo contrario alguna vez, he mentido. Los únicos partidos que me interesan son los que me sirven de excusa para salir antes de la oficina. En general, ver deporte televisado me aburre soberanamente. No te cuentan una historia, no conoces a fondo a los protagonistas ni sus motivaciones, y, salvo que apuestes dinero, no ganas nada con independencia de quien anote más tantos, levante más peso o corra más rápido. Por eso, más que ver deporte, yo prefiero practicarlo. Solo hay una excepción que confirma la regla: el vóley playa femenino. No hace falta que os explique el porqué, pero lo haré igualmente: me resulta fascinante ver a dos mujeres capaces de comunicarse sin abrir la boca.

Así de creativo estoy hoy. Tendréis que disculparme.

Es cierto que las partes más divertidas del libro, donde brilla el humor clásico del autor, son en las que los magos tratan de abrirse camino en el mundo del fútbol sin recurrir a la magia; pero el meollo del asunto es otro y, como siempre, hay mucha filosofía de la vida detrás de las risas. El arte de Pratchett es el reflejo del mundo.

Sirviéndose del fútbol como hilo conductor, nuestro autor favorito desarrolla a los cuatro personajes de nuevo cuño de esta novela, especialmente al señor Huevo, con el que retoma uno de los temas centrales de la saga: el peligro de los prejuicios y la necesidad de eliminarlos. La lección es la misma de siempre, y ni siquiera es el primer título del Mundodisco que gira en torno a ella. Toda persona civilizada debería saber que es de necios juzgar a la gente por su apariencia. Salvo, claro está, que esa gente pertenezca a una tribu urbana, como los boiners. No obstante, está bien recordarlo de vez en cuando.

Con todo, el señor Huevo no es un personaje que acabe de cuajar como protagonista, y cae en algunos clichés que Pratchett, mejor que nadie, debería saber evitar. Por eso, mi personaje nuevo favorito en esta novela es Glenda, la cocinera. Puede que la chica no sea físicamente agraciada, y Pratchett no pierde ocasión de recordárnoslo cada vez que la coloca sobre el mismo escenario que su amiga Juliet, pero su caracterización es excelente y, como lector, es fácil conectar con esta figura materna, práctica y al tiempo idealista, que se esfuerza por ayudar a los demás y que aprende que, en la vida, a veces hay que correr riesgos.

Como siempre que se introducen personajes masculinos y femeninos en una novela del Disco, hay cierta dosis de romance, que en esta ocasión viene por partida doble. Por un lado, tenemos al señor Huevo y Glenda, que parecen predestinados a acabar juntos desde el momento en que se conocen y ella le riñe por entrar sucio a la cocina sin saber que el gris es el color natural de un trasgo, y, por otro, a Trev y Juliet, cuyo amorío es un reflejo del de Romeo y Julieta, con la diferencia de que aquí el conflicto surge porque son hinchas de equipos rivales y no porque sus familias se lleven como el perro y el gato (por suerte, Pratchett se limita a "copiar" el punto de partida de la obra de Shakespeare y no nos arrastra a un desenlace a todas luces ridículo, porque, como él mismo dice en boca de sus personajes, alguien debería haberle tomado el pulso a Julieta antes de sacar conclusiones precipitadas).

De entre los viejos conocidos, los que tienen mayor protagonismo son Ridcully y Lord Vetinari, y el lector que esté familiarizado con ellos disfrutará observando cuánto han cambiado el archicanciller de la UI y el patricio desde sus primeras apariciones en Imágenes en acción y El color de la magia respectivamente. El desarrollo es especialmente notable en Vetinari, cuya evolución ha sido paralela a la de la ciudad que dirige. Además, su borrachera lúcida constituye uno de los momentos más divertidos del libro.

También hay cameos de otros personajes populares, como Sam Vimes, Y-Voy-A-La-Ruina Escurridizo, o incluso Rincewind y su Equipaje, aunque su papel es tan pequeño que se quedan en meros guiños a los lectores habituales de la saga.

Dicho todo lo anterior, El Atlético Invisible está lejos de sumarse a mis novelas favoritas de Mundodisco. Me ha gustado e incluso puede que sea uno de los libros con las que más me he reído últimamente, pero el constante salto de unos personajes a otros lastra el ritmo de la narración y también da la impresión de que Pratchett trata de abarcar más de lo que puede apretar: el fútbol, la llegada de una raza supuestamente extinta a Ank-Morpork, la integración social, la búsqueda de valía, el ascenso a la fama, la disputa entre dos viejos colegas, las rencillas callejeras, dos historias de amor… Sencillamente son demasiadas tramas distintas como para tratarlas todos con toda la profundidad que merecen, y aunque acaben entrelazándose y sean coherentes, algunas se podían haber dejado perfectamente fuera. O bien sobran historias, o bien falta libro.

Aun así, sigue siendo Pratchett y, por lo tanto, muy recomendable.

11 comentarios

  1. A este libro le tengo un cariño especia, fue el primero que leí de Mundodisco y me encantó (sí, conocí la obra de Pratchett muy tarde). Ahora que voy leyendo otros, veo que no es tan bueno como algunos anteriores pero nadie le va a quitar ese sitito especial en mi corazón.

    (Vaya mariconada me ha salido)

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  2. A mi me ha gustado, y mucho. Me encanta como utiliza el futbol como punto de partida para hablar de la integración y la soledad. Y luego esta Rincewind, DeWorde, la señora con la que Vetinari... tiene una relación XD, un Ridcully que es algo más que un payasete y que habla de tu a tu con el patricio, y unos protagonistas muy disfrutables.

    Huebo se hace algo pesado en algunos momentos... pero creo que Glenda es de las mejores protagonistas femeninas que le recuerdo a Pratchett (y desde luego me ha gustado más que Yaya, Susan o Tiffany)

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  3. En general de acuerdo en todo el artículo, incluida la parte de los deportes televisados. El libro me gustó bastante, sin llegar a ser de mis favoritos del autor. La evolución de los personajes antiguos es de agradecer, especialmente casos como Vetinari, Ridcully o el propio Ponder Stibbons, que seguirá siendo el único mago sensato y trabajador de la UI, lo que viene siendo un pringao, pero demuestra (a pesar de quedar relegado a un papel secundario según avanza la novela en favor de los nuevos personajes) que no es idiota.

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  4. Tempus Frangit: Como primer libro a leer del Disco no está nada mal, más bien lo contrario, aunque, claro, los cameos no son lo mismo.

    eter: A mí las brujas nunca me han gustado demasiado, y a Susan y Tiffany las tengo olvidadas. Glenda es un soplo de aire fresco.

    Javier Arance López: Ponder Stibbons es uno de esos personajes que cuando se introdujo ni fu ni fa, pero con el tiempo le he cogido cariño. Es un poco pringado como dices, pero tiene otro buen montón de cualidades y no se deja mangonear todo lo que los demás querrían.

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  5. Eih!! Todo el mundo tiene claro que este no es su libro preferido pero ¿cuál es? Y lo que es más importante: teniéndo en cuenta que no me he leído ninguno y que solo tengo pensado leerme alguno suelto ¿con qué libro me recomendáis empezar y con cuales seguir si leo más de uno?
    En cuanto al post en sí solo decir que comentes sobre lo que comentes me alegras un ratillo de oficina, ¡muy grande El Tipo de la Brocha! Eso sí, tendrías que hacer capturas de pantalla incluso de los libros, tus pies de foto valen su tinta en anís.

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    1. Regimiento monstruoso y Ronda de noche son probablemente mis preferidos. El primero además no está mal para leer suelto. Si vas a leer varios libros, te recomiendo empezar desde el principio, y después de hacerte a la idea de lo que es el Mundodisco, buscar recomendaciones.

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    2. Andrs78x1/9/12 19:15

      Muchas gracias Mr. Brocha, por ahora me leeré Regimiento monstruoso que leo demasiado poco como para especializarme en una saga tan larga y tengo demasiado pendiente que leer. Igual hasta hago el sobreesfuerzo de leerlo en inglés y todo.

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  6. A ver, y digo yo ignorante de mí, ¿no será mejor empezar por primero y segundo, color de la magia y luz fantástica? A mí es que fue el elemento parodia de espada y brujería lo que me enamoró de Mundodisco, por tanto tengo en muy alta estima estos libros.
    Respecto a UA, aclarar que para leerlo en original hay que tener un nivel aceptable (no aceptable cómo el que poneis en el CV, mentirosetes, si no de verdad), ya que se utliza un lenguaje no muy estandar para representar el clima barriobajeril de determinados personajes y situaciones (vamos, un hooligan no es un lord)

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    1. Yo empecé igual que tú, pero opino que los primeros libros de la serie no representan el mejor Mundodisco de Pratchett. Por eso, para quien solo quiere ver de qué va la saga y comprobar si le puede gustar, prefiero recomendar otros libros.

      Y estoy de acuerdo en que hace falta un buen nivel de inglés para seguir estos libros.

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  7. El mejor libro es todo aquel que contenga un Sam Vimes, y el mejor para empezar es ¡Guardias, Guardias! ;)

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  8. Hola Brocha,

    Justo acabo de leerme este libro y a mí me ha encantado.

    Tras una serie de “catastróficas desdichas” (por lo menos, que a mí no me gustaron mucho): Regimiento monstruoso, Papá puerco, Dioses menores o la saga de Tiffany Dolorido (que aunque acabas por cogerles cariño a los Nac Mac Feegle está demasiado dirigida al público infantil (y no lo digo yo, lo dice Google)) había perdido la ilusión de leer a Pratchett que tenía cuando descubrí los libros protagonizados por las brujas (simplemente brutales!!), o los de la muerte, digo, MUERTE (buenísimos), o cualquiera de los magos, o ese de un asesino del Gremio de Asesinos….ummm… los viejos, vamos! en éste, al fin, me ha dado la impresión de que ha vuelto un poco a sus orígenes (vamos, a currarse un poco más los libros….) con juegos de palabras muy ingeniosos, giros realmente filosóficos y dogmáticos encubiertos de muchísimo humor (vamos que el tío no da puntada sin hilo) y soy yo o ¿Glenda es una Bruja que aún no ha salido del armario? Todo esto se agradece! Ummm… también te digo ….que ahora me estoy leyendo el libro del Assassin´s Creed 2….e igual soy yo, que cualquier cosa, en comparación, me parece el mito de la caverna.

    De leerlos en inglés paso....me pierdo la mitad de las coñas (+1/-1) fijo!

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