Si os había llegado el rumor de que no llegaría a tiempo a esta cita porque tenía un ojo a la virulé, no era solo un rumor. Como la naturaleza tiene un sentido del humor caprichoso, mis ojos son imanes para cuerpos extraños, ya sean esquirlas metálicas, astillas o avispas rencorosas. Por lo tanto, no es la primera vez que tengo que presentarme en urgencias para que me desincrusten algo del ojo. La novedad en esta ocasión es que esa cosa ha sido una de mis propias pestañas. La muy puñetera se había clavado en lo que el informe médico denomina "tarso inferior del tercio externo", y estaba tan a gusto ahí escondida que no salía ni poniendo el ojo debajo del grifo. No sé si un ser humano puede estar peor diseñado, porque el hecho de que un pelo diminuto me deje medio tuerto me hace sentir frágil y patético.
Después de pasarme tres días en claro declive y probando una sucesión de parches improvisados (¡aaar!, la vida pirata es la vida mejor), me rendí a la evidencia de que el problema no iba a arreglarse solo, así que fui al hospital. Allí me sacaron a la intrusa con una hemosteta (su nombre es demasiado divertido para una espátula en miniatura), y hoy, gracias a un colirio con corticosteroides, ya estoy mucho mejor.
De todos modos, si encontráis más erratas de las habituales, es porque he escrito esta entrada con el ojo malo tapado. Sobra decir que el bueno no se ha tomado bien el esfuerzo extra.
Depositando vuestra fe en un poder superior, tomáis el camino al que apunta la flecha de generación espontánea.
¡JA, JA, JA, JA, JA!
¿Que por qué me río? Por nada, por nada. Es que me estoy acordando de algo muy gracioso. Pero no está relacionado con esta aventura ni con vuestra última decisión.
Je, je, je..
Pocos minutos después de que os internéis por ese nuevo pasadizo, en la misma bifurcación que habéis dejado atrás, ocurre algo inesperado. Debajo de la flecha cuya dirección habéis seguido ciegamente, una sección rectangular del muro se abre hacia fuera, como si girase sobre unas bisagras. Se trata en realidad de una puerta pintada para simular que forma parte del muro de ladrillos. La ilusión es casi perfecta. Los ladrillos falsos no se alinean con los del muro de verdad, las líneas que los separan están pintadas con brocha de trazo grueso y ni siquiera el color de la piedra acaba de coincidir. En efecto, es una chapuza. Aun así, es normal que vosotros nos os dieseis cuenta. Habíais perdido parcialmente la vista en un ojo, ¿verdad? Ah, no, ese he sido yo. Lo que perdisteis vosotros fue un cacho de oreja. Lo mismo da.
De la puerta sale, con mucha calma y lentamente, una criatura menuda y decrépita. Por su complexión y y fisonomía parece un goblin, pero, si lo es, nunca había visto uno tan viejo. Es bien sabido que la mayoría de goblins suelen morir por causas naturales antes de llegar a la senectud (entendiendo por causas naturales el encuentro con aventureros que rara vez se plantean dilemas morales como, por ejemplo, si la próxima criatura que maten tendrá siete bocas que alimentar esperando en casa). Si este goblin ha llegado a una edad tan avanzada, debe de ser de los listos. Lo sería desde luego si la erudición se midiese en arrugas, porque todo su cuerpo pellejudo y sarmentoso está surcado de ellas.
El anciano cubre su cuerpo esmirriado con andrajos y lleva también una armadura de hojalata mellada y herrumbrosa que le queda grande. Bajo el brazo izquierdo sostiene una escalera plegable; en la mano derecha porta una caja de herramientas. Camina encorvado y con las piernas arqueadas, gruñendo con una vocecilla lastimera a cada paso, como si le estuvieran fastidiando las almorranas o las articulaciones.
Si estuvierais aquí, lo observarais con curiosidad. Pero no lo estáis, así que no os enteráis de nada.
El goblin deja la caja de herramientas en el suelo y abre la escalera junto al muro, debajo de la flecha.
"Toby, se han atascao los mocos en las tubirías; Toby, circiórate de que la bestia ya ha comío; Toby, limpia el cuarto del cali...", farfulla. "¿Pos no les es hacedero mangonear al viejo Toby?". El goblin escupe al suelo. "¡Ansí les den sien palos nel lomo! ¡Servingüenzas!".
Entre quejas y escupitajos, el goblin desclava la flecha con un martillo y luego vuelve a clavetearla en el mismo sitio, pero apuntando en dirección opuesta, hacia el túnel que se dirige al oeste.
"¿Y qué carajo da una senda u otra, si entodavía no ha salío nadie vivo dacá?", protesta el goblin, secándose el sudor de la frente con un paño mugriento. "¡Descuelganidos piojosos tos ellos!".
La tarea concluida, el goblin recoge sus aparejos y se marcha por donde vino.
Cuando por fin vuelvo vosotros (no soy un narrador omnisciente y mucho menos omnipresente), os encuentro parados y cavilantes delante de un foso que os corta el camino. En el otro extremo del agujero, el pasadizo continúa recto hasta donde alcanza vuestra visión. Del techo, más o menos sobre el centro del foso, cuelga una cuerda; su utilidad parece evidente, aunque no necesariamente confiable.
Os asomáis al foso con más curiosidad que recelo. Está tan oscuro que no veis el fondo, así que no podéis estimar cómo de severa o incluso letal sería una eventual caída. Es una lástima que no dispongáis de una antorcha o una linterna LED de alta potencia con enfoque ajustable. Quizá si hubierais pasado por la tienda de regalos...
Alzáis el pulgar hacia el foso y guiñáis un ojo.
Eeeh... Sabéis que esa técnica se utiliza para medir proporciones al pintar cuadros, no para calcular distancias, ¿verdad? ¿No? Pues no. Al menos meted la lengua dentro de la boca, por favor. Me estáis avergonzando.
Habrá unos tres metros de extremo a extremo. Pueden pareceros pocos, pero no sois Jackie Joyner.
¿Qué queréis hacer?
- Lanzar el escudo al otro lado del foso como si fuera un Frisbee™ y luego saltar vosotros: No se puede hacer un triple salto mortal con tirabuzón con un escudo cargado a la espalda, eso lo sabe cualquiera.
- Saltar al otro lado sin más: Dicen que el saber es la única propiedad que no puede perderse. La demencia está en desacuerdo con esa afirmación, pero, en cualquier caso, vosotros no estáis por la labor de desprenderos de vuestras propiedades más tangibles, aunque solo sea momentáneamente.
- Usar la espada para alcanzar la cuerda y balancearos colgados de ella hasta el otro lado: ¿Recordáis el videojuego Pitfall, de la Atari 2600? Esta es vuestra oportunidad de emular a su protagonista.
Tenéis hasta el lunes 25 a las 12:00 CEST para votar. En Twitter podéis hacerlo aquí.
Vaya por delante mi admiración de que acudas puntual a tu cita con tus penosos aventureros favoritos, a pesar de ir en modo Moshe Dayán por la vida.
ResponderEliminarEl interludio del goblin solamente sirve para confirmar que es usted malvado, señor Brocha, y que le gusta jugar con nuestra penosa mente colmena (y que las condiciones laborales del personal de mantenimiento del Laberinto Mortal© distan de ser las deseables). Dicho esto, este parece uno de esos momentos en que tienes la sensación de cualquier decisión que tomes será mala. La cuerda, si es que es una cuerda en realidad y no un apendice/tentáculo de algún bicho listo para merendar, solo podría parecer más una trampa si tuviera un cartel que pusiera "esto no es una trampa". En cuanto al escudo, hay una regla sacrosanta en esto del mazmorreo que dice que cualquier objeto que decidas soltar o dejar, aunque sea por unos momentos, será el próximo que necesites de manera imperiosa inmediatamente. ¿Saltar sin más? ¿Qué puede salir mal? No es que ya no sepamos calcular las distancias, sino que no sabemos que puede haber DENTRO del foso (recordemos que el goblin habló de una bestia que parece que gusta de comer aventureras) En fin, saltemos, y que sea lo que Libra quiera.
El interludio del goblin responde a dos finalidades: 1) confundiros para evitar que os confiéis; y 2) rellenar una entrada que tenía poca chicha.
EliminarPues ha quedado chulo lo que interpretaré como un homenaje a Jim Henson. Y la sabiduría del goblin resume la situación: 'da lo mismo por qué hayan votado, de cualquier manera su aventurera está condenada, ¡bien condenada!'
ResponderEliminarA "Pitfall" lo conocí en tiempos de Internet como un supuesto clásico indiscutible, pero no tuve el gusto de probarlo en la consola de la casa. Pero sí que tuvimos el "Jungle hunt" y el nivel de las lianas era el único que se me daba más o menos bien. Así que a tratar de balancearnos con esa cuerda, a ver si emulamos bien las caídas del protagonista, digo el librar los pozos.
P.D. Aunque admire algo tus intentos de refutar en carne propia la tesis del "Diseño inteligente", prefiero un Sr. Brocha integro. Así que a cuidarse. En serio, espero que ya estés mejor.
Jaja, yo también he pensado en el Jungle Hunt (en mi cassete de varios se llamaba Tarzán) y sobre todo en el Hunchback. ¡A hacer el mono!
Eliminargt7h1: Me alegra que veas un poco de la magia de Jim Henson en ese goblin. No ha sido intencionado, pero Dentro del laberinto es una de mis películas favoritas, así que algo de ella se cuela de vez en cuando en mi subconsciente. Le he cambiado el nombre al goblin para que el homenaje sea más transparente y menos inconsciente.
EliminarAco: ¡Casi no cuento tu voto! Se me había pasado la primera vez.
No pude evitar sonreirme al imaginarme al sr Brocha así
ResponderEliminar[Img]https://ibb.co/dg4RXbC[/img]
Esperando que la actitud del goblin haragán no nos lleve a una muerte segura, elijo cruzar al estilo pitfall (sonido de Tarzán incluido)
Ignoresé la parte de la imagen, no salió como esperaba (maldito karma)
EliminarPor favor no intentéis incluir imágenes en los comentarios. No sé por qué no funciona, pero me alegro de que no lo haga. Las imágenes en los comentarios son de alineamiento caótico malvado.
EliminarEspero que ese ojo se recupere rápidamente Tipo de la Brocha, y gracias por el esfuerzo de escribir la entrada con puntualidad británica.
ResponderEliminarEsa cuerda me da muy mala espina. Conforme más nos adentramos en el laberinto menos me fio de todo lo que encontremos (las apariencias pueden engañar). Voto porque nuestra aventurera lance el escudo al otro lado cual Discóbola y que salte libremente y sin más trabas que los paquetes de gominolas que le quedan, la espada, los doblones, la daga... Espero que el daño en la oreja perdida no haya llegado hasta el oído interno y se haya tocado el sentido del equilibrio, lo cual justificaría un fallo en el salto y posterior caída al foso.
Me encanta cuando en las novelas de The Witcher se ponen a hablar los aldeanos con dejes y formas tope vulgares :)
Si que ha molado la forma de hablar del goblin. El mejor uso de este recurso que he visto son los Nac Mac Feegle de Mundodisco con la traducción de Manu Viciano.
EliminarLos libros del brujo, en su traducción al español, han sido mi inspiración para la forma de hablar del goblin. Eso sí, he preferido no tomar nada prestado de ellos (no intencionadamente al menos) e ir directo a las fuentes, lo que significa que me he sumergido en la literatura clásica española. Resulta que escribir así es más complicado de lo que parece.
Eliminar¿Saltar 3 metros? Ni de coña. Pa eso están las cuerditas.
ResponderEliminarQué poca fe en vuestra capacidad atlética. No es un salto para ranas artríticas, pero tampoco un salto olímpico. Podríais llegar. ¿No?
EliminarBueno, me alegro que lo del ojo no haya sido nada grave. Mis ojos y yo hemos tenido unos cuantos desacuerdos últimamente que tuvo que zanjar la cirujana. Ahora han prometido portarse mejor.
ResponderEliminarPues vamos allá!
De la cuerda me fio poco, no me extrañaría que si la jalamos acabemos con un cubo de natillas en la cabeza (en el mejor de los casos)
Tampoco me apetece deshacerme de nuestras escasas pertenencias, no me extrañaria que el gnomo nos quite el escudo antes de que podamos pasar al otro lado o algo así...
Así que teniendo en cuenta nuestras buenas estadísticas voto por saltar directamentey que sea lo que Crom quiera.
Espero que tus ojos tampoco te den más guerra. Y un consejo: jamás llames gnomo a un goblin, y menos a este, que tiene muy mala leche.
EliminarDe la cuerda no me fio nada, y prefiero lanzar el escudo primero para tener mas posibilidades en el salto, total, si no llegamos al otro lado, tener o no el escudo nos va a dar igual, a no ser que fueramos como Legolas y pudieramos ir surfeando con el escudo hasta el fondo del foso, y me temo que de Legolas tenemos mas bien poco.
ResponderEliminarLas paredes del foso son perpendiculares al suelo. Sería imposible bajar por ellas surfeando con el escudo incluso para un elfo saltimbanqui.
EliminarVoto por lanzar el escudo y luego ya pegar el brinco ¿Que por qué? Porque no me fío de utilizar la cuerda (seguro que primero se rompe ella y luego nosotros) y además, ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Que salga un cubo gelatinoso y nos robe el escudo? ¿Es que acaso lo hemos utilizado en algún momento? ¿Es que acaso lo necesitamos?
ResponderEliminarEn la entrada en la que os enfrentasteis a los orcos, el escudo habría detenido el primer golpe si yo hubiera sacado un resultado mejor con los dados. Tiene sus usos.
EliminarVoto por lanzar el escudo y luego saltar. Más que nada porque probablemente el salto dependerá de nuestra Destreza, y este es nuestro punto fuerte.
ResponderEliminarVoy a daros una pista: el salto no depende de la Destreza. Quizá debería, pero no lo hace.
EliminarGracias por la pista. Entonces me temo que va a depender de la Suerte, así que modifico ligeramente mi respuesta. Voto por lo mismo, pero propongo que antes nos tomemos la poción de suerte. Para no irnos al hoyo, literalmente.
EliminarSaludos Sir brocha y miembros de la mente enjambre. Mis condolencias por sus pesares oculares, personalmente e sufrido ciertas molestias orales (nada que una botella de buen licor y unos alicates no puedan solucionar). Y doy fe que tratar de ignorar esas molestias no lleva a nada bueno, un tratamiento médico correcto y rápido es la única opción buena y duradera.
ResponderEliminarEn cuanto a nuestro siguiente paso. Es necesaria una madura reflexión.
Tenemos la opcion de saltar sin más una forma clásica y un tanto aburrida de dejar atrás los obstáculos.
Por otra parte podemos lanzar el escudo mientras tarareamos mentalmente la banda sonora de Capitán América (En voz alta supondría una infracción de los derechos de autor y nos pondría en un buen jaleo con los abogados de Marvel).
O bien, colgarnos de la supuesta cuerda y emular a Tarzán lanzando su mítico grito mientras nos balanceamos de un lado a otro,(en este caso el follón lo tendríamos con los abogados de la universal pictures).
Las dos últimas opciones tienen un extra de epicidad, así que estoy seguro de que estarán fuertemente penalizadas, o perderemos el escudo o la cuerda está untada de resbaladiza grasa.
Así pues la única opción sana y sensata es tomar impulso y dar un gran salto,rezando para que en nuestro punto de aterrizaje no hallan situado un pozo disimulado con una tela cubierta de un poco de tierra.
♫ Va volando por el cielo, altísimo.
Eliminar¡Capitán América!
Con sus tres colores él se identificará.
¡Capitán América! ♫
Señor Brocha, lamento lo de su ojo, por lo menos ha podido funcionar bien con los otros dos..
ResponderEliminarSi lo dices por el tercer ojo que tengo en la frente, me costó años de entrenamiento conseguirlo.
Eliminar¡Pero señor pirata Guybrush, qué horror!
ResponderEliminarMe alegra saber que ya estás mejor. Y bueno, no estás mal diseñado sino que no hay enemigo pequeño.
Opciones... Pues lanzar el escudo no sé yo. En la ficha de personaje no recuerdo nada sobre ser Capitán América...
Saltar 3 metros sin más se me antoja complicado.
Elijo la tercera opción, que parece la ideal para perder la espada y caernos dentro de un foso.
Las decisiones inteligentes no son lo mío, pero bueno. Confío en que los demás decidan sabiamente o con la suerte a tope 🙃
Es un librojuego para críos. No hay decisiones inteligentes, solo buenas y malas. Así aprenden que los actos tienen consecuencias y se lo piensan dos veces antes de hacer algo. ¿Se nota mucho que me lo estoy inventando sobre la marcha?
EliminarVaya, o sea que detrás del Tipo de la Brocha hay una persona con sus dos ojos y todo, no se porqué pensaba que se podría tratar de una inteligencia artificial desarrollada para maximizar nuestro sufrimiento, con 2048 GB de mala leche y ninguna restricción ética ni legal en su programación.
ResponderEliminarMe gusta pensar que seguramente te reías por el chiste del cura y el leproso, es bueno...
La opción que más me gusta es la de la cuerda, porqué 3 metros de salto son muchos metros, demasiados. Eso sí, antes de usar la cuerda le doy un tirón bien fuerte para asegurarme que está muy bien sujeta y aguantará de sobra nuestro cuerpo.
Que creáis que hay una persona detrás de la pantalla es lo que la inteligencia artificial querría.
Eliminar- Lanzar el escudo al otro lado del foso como si fuera un Frisbee™ y luego saltar vosotros:
ResponderEliminarY si puede ser con la poción de suerte. Parece ser que la vamos a necesitar.
O el escudo o nosotros, llegaremos al otro lado ^_^
Voy a ignorar a todos los que habéis pedido beberos la poción por vuestro propio bien.
EliminarEspero que esté usted mejor, vaya faena con la pestañita
ResponderEliminarMe da ternura esta criatura de Jim Henson, espero que no nos haga mucha faena con el cambio...
Mmmm voto por la opción 3 espada cuerda 🕳️
Vosotros ya habéis elegido vuestro camino. Lo que intento ahora es que no tengáis certeza de si era la mejor alternativa.
EliminarEn la opción de alcanzar la cuerda no dice nada de darle dos tirones y asentir con satisfacción antes de poner nuestra vida en sus fibras, asi que la descarto.
ResponderEliminarEntre saltar con o sin escudo: -si saltamos sin escudo y conseguimos pasar al otro lado BIEN, lo recuperamos. -si saltamos sin escudo y nos quedamos caminando en el aire, miramos a cámara y sacamos un cartel con una onomatopeya antes de caer, MAL, pero con escudo también habriamos caído.
Por tanto, escojo tirar primero el escudo y luego saltar. Aunque me queda la pequeña espinita de la posibilidad de: -saltamos con el escudo y caemos, pero este nos protege del golpe y nos evita que se nos vea el cuerpo por dentro evitándonos el bochorno.
Esperemos que salga todo bien y que el goblin no se adelante a recoger el escudo y lo tire mientrasen el contenedor verde mientras masculla sobre lo cerda que es la gente tirando todo en el suelo.
(se me coló un "mientras" en el último párrafo, pondré uno menos en futuras respuestas)
EliminarYa tuvisteis vuestro momento coyote en una entrada anterior. Espero que no se repita.
Eliminar¿Cómo puede habérseme olvidado de nuevo? Este calor me tiene derretido el cerebro. Además, esta vez ni siquiera he leído la entrada en pareja aunque ya da igual porque llego tarde para votar. Este calor me tiene derretido el cerebro. Ah, que ya lo había dicho antes. Es que me sienta fatal el verano, de verdad. Si sirve de algo a estas alturas, aquí va un voto para tirar el escudo al otro lado y saltar con el menor lastre posible. Si nos hemos metido en este sarao digo yo que no seremos físicamente tan paquetes como para no poder pegar un buen brinco hasta el otro lado. Y si no llegamos pues... Pues...
ResponderEliminarQué calor hace, madre mía. Me voy a por un té helado. Nos vemos en la próxima entrada.
P.D. Que se mejore ese ojo, te mando un abrazote y ¡cuídate!
¡Leerte hablar del calor que hace me da todavía más calor!
EliminarMi ojo está ya al 98 % de su capacidad, muchas gracias.