Hace un par de años, Ian Livingstone mencionó en Twitter que Hidetake Miyazaki, creador de la franquicia Souls, era un gran admirador de los librojuegos de Lucha-Ficción en su juventud.
Pensando ahora en ello, y con la perspectiva que da haberse leído un buen número de estos librojuegos, no creo que sea casualidad que la saga Souls sea conocida por su dificultad rayana en el sadismo. Entendéis por qué lo digo, ¿verdad?
Pues pronto lo entenderéis un poco mejor.
Habéis decidido utilizar la cuerda para balancearos hasta el extremo opuesto del foso. Aunque la luz es tenue, observáis que la cuerda está anudada a una viga del techo, aparentemente maciza y estable. La palabra "aparentemente" no es una de vuestras favoritas, pero hoy os habéis levantado optimistas.
Desenfundáis la espada y os acercáis al borde del foso.
"No mires al fondo, no mires al fondo...".
Sin dejar de mirar al fondo, plantáis firmemente los pies en el suelo y alargáis el brazo, manteniendo la espada en paralelo al suelo hasta tocar la cuerda. Llegáis por poco, pero ese poco es todo lo que necesitáis para atraer la cuerda hasta vosotros.
"¡Jajá!", reís.
No sé si esperáis que os felicite por haber alcanzado la cuerda sin mataros. La mayoría de bebés aprenden a sostenerse en pie antes de cumplir el año.
La cuerda es robusta y áspera. No se trata de una ilusión ni está impregnada de veneno. Eso está bien.
Envaináis la espada y os aseguráis de que el resto de vuestras pertenencias estén bien afianzadas. Después de haber tomado la decisión que habéis tomado, lo penúltimo que querríais es que alguna de vuestras valiosas posesiones se cayera al foso. Lo último que querríais es caeros vosotros.
Respiráis hondo. Con cuerda o sin ella, hay tres metros de distancia hasta el otro lado. Si no cogéis el impulso suficiente o resbaláis a mitad del camino... Es mejor no pensar en ello, pero digamos que preferís no familiarizaros con términos como "fractura ósea" o "lesión cerebral traumática".
Tarareáis una canción para insuflaros ánimo.
"Tiroriró, tirorí. Tiroriró, tirorirorí...".
Por vuestro bien espero que la canción sea lo suficientemente irreconocible como para que Disney y Paramount no me demanden por infracción de derechos.
Os agarráis con las dos manos a la cuerda y os apartáis del borde del foso para tomar carrerilla. Sin pensarlo dos veces, os lanzáis por el aire. Vuestro grito de guerra parece más oportuno que nunca:
"¡Aaah! ¡Vamos a palmaaar!".
Aún no entiendo por qué habláis en primera persona del plural.
Os balanceáis agarrados a la cuerda, sintiendo cómo cortáis el aire con el cuerpo. Os cuesta olvidar el vacío que tenéis debajo, la oscuridad del foso cuyo fondo no alcanzáis a ver, la posibilidad de que la viga a la que está enganchada la cuerda esté podrida y no soporte vuestro peso (habéis comido raciones de más últimamente)... Pero lo vais a conseguir.
¡Sí, lo vais a conseguir!
O tal vez no.
Debido a que hay poca luz, no habéis reparado en que alguien le había hecho un corte a la cuerda por encima de donde la estáis agarrando. Si ha sido cosa del barón o de alguno de vuestros competidores, es algo que nunca averiguaréis, principalmente por falta de interés, pero también porque existe la posibilidad de que muráis defenestrados en cuestión de segundos.
La cuerda se parte y os desplomáis hacia la oscuridad.
¿Sabéis qué deberíais haber hecho antes de saltar? Tirar de la cuerda para comprobar si soportaba vuestro peso. Esto es de primero de mazmorreo. Y sí, soy consciente de que algunos de vosotros lo sugeristeis, pero Ian Livingstone no tiene en cuenta a los lectores espabilados. Se siente.
Por cierto, este es un buen momento para que chilléis horrorizados.
"¡Aaaaaaaaaaah!".
Por alguna razón, os da tiempo a soltar menos "aes" de las que esperabais. La razón es que el fondo del foso no estaba tan lejos.
¡Cataplum!
El costalazo es de aúpa y perdéis la respiración, pero el escudo y el morral amortiguan el golpe y evitan que vuestra cabeza se golpee contra el suelo. Probablemente en unas horas vuestra espalda y posaderas se conviertan en un muestrario de hematomas, pero al menos no parece que tengáis nada roto. Solo perdéis 2 puntos de Resistencia. Eso sí, el dolor que vais a tener en el lomo hasta que veáis a un fisioterapeuta no os lo quita nadie, así que también perdéis 1 punto de Destreza.
- Destreza:
1211 - Resistencia:
1715 - Suerte:
987
Sabéis lo que significa perder Destreza, ¿verdad? Que los combates serán un poco más difíciles y que ya no superaréis automáticamente las pruebas de Destreza. Menudo chasco.
Os quedáis un rato allí tumbados, aturdidos y pensativos. En el fondo del foso, la oscuridad es casi absoluta y no distinguís nada de lo que os rodea. Tampoco parece que este sea precisamente el escenario más interesante para una visita.
Aún demasiado doloridos como para incorporaros, os arrastráis a ciegas hasta la pared opuesta del foso. Tocáis algo "frío, duro y liso" con una mano. Es un objeto "pequeño y redondo", pero no se os ocurre qué podría ser. Os lo lleváis a la boca. Se resiste a que le hinquéis el diente. Quizá podemos descartar que se trate de un bombón helado. Os guardáis el objeto no identificado en el morral. Ya descubriréis qué es cuando regreséis a la luz.
Vuestras manos tocan una pared lisa. La palpáis con esperanza, pero no parece que haya ninguna escalera ni tampoco asideros. Y nadie os va a sacar de aquí a menos que os muráis y el olor moleste a los empleados del Laberinto. Os toca trepar a pulso. Con mucha paciencia y no menos esfuerzo, iniciáis el ascenso. Utilizáis la espada y la daga para hacer agujeros en la pared a los que agarraros y en los que poder sosteneros.
La escalada es dura y sudáis como gorrinos, pero por fin conseguís salir del foso... por el mismo lado desde el que saltasteis. Buen trabajo.
Suspiráis resignados.
Volvéis a bajar al foso con ayuda de los agujeros que acabáis de hacer y luego subís por el otro lado aplicando el mismo método. Ser aventureros se os da fenomenal.
Os sentáis al borde del foso para recuperar el aliento. Aprovecháis el descanso para adecentaros un poco. Luego os acordáis del objeto que habíais encontrado allí abajo y lo sacáis del morral.
"¿Sabes, amiga?", os decís. "Te acaba de tocar la lotería".
Es un rubí de color rojo sangre. O rojo cereza. La cereza os gusta más. Giráis la joya en vuestra mano y contempláis en ella vuestro reflejo combado y sonriente. Es una sonrisa que conserva la mayoría de dientes.
Os acordáis de la esmeralda que extrajisteis de la estatua de bronce. Esta es la segunda joya que añadís a vuestra colección. Os preguntáis si, aparte del valor intrínseco que poseen las piedras preciosas por su alta demanda en el mercado, tendrán alguna utilidad específica en el Laberinto. Ya os digo yo que sí. Algunas de ellas.
Sea como fuere, se trata de un hallazgo estimulante. Proseguís vuestro camino mucho más animados.
El pasadizo gira en ángulo recto hacia la izquierda y continuáis por él hasta que veis una puerta de madera en la pared oeste. Como de costumbre, pegáis la oreja con la esperanza de oír algo. Me refiero a la oreja buena, no os preocupéis.
Desde el otro lado os llega una risilla tonta.
"¡Ji, ji, ji, ji, ji!".
¿Qué queréis hacer?
- Abrir la puerta: No sé ni para qué pregunto. ¡Ni que no nos conociéramos! Además, esa risa locuela es indudablemente una señal de que pronto haréis un amigo nuevo. Y un amigo es el mayor tesoro que se puede encontrar.
- Seguir caminando: Nadie os obliga a entrar por todas las puertas que os cruzáis, y seguro que habrá otras puertas en vuestro futuro inmediato. Preferís apretar el paso. Vuestras razones tendréis.
Disponéis hasta el jueves 28 a las 12:00 CEST para votar. En Twitter podéis hacerlo aquí.
Pues claro que se reconoce la fanfarria, ahora nos sentimos un poco más Tom Selleck. Voto por abrir la puerta, la risita es contagiosa y yo también me quiero reir
ResponderEliminarEso demuestra que es una fanfarria excelente.
EliminarMi voto para entrar también. Seguro que dentro ahí un espectáculo de humor de primera y con suerte estarán nuestros compañeros de aventuras disfrutando de el. Con un poco de suerte hacemos chupipandi con ellos y disfrutamos de compañía el resto de la aventura. A unas malas encontraremos al secundario divertido que sale en todas las películas de aventuras, el cual está siempre predispuesto a morir en lugar de la protagonista y al que recordaremos después con una sonrisa una vez completada nuestra aventura mientras nadamos en la abundancia.
ResponderEliminarA todo esto señor brocha, qué tal va su ojo? Espero que ya totalmente recuperado.
EliminarAunque también es verdad que un buen parche da carácter y un halo de misterio que seguro atrae irresistiblemente a el personal.
Mi ojo está ya al 100 %. Gracias por preguntar. Coincido en que el parche es un accesorio irresistible.
EliminarYa veo que vale para nada hacer sugerencias, tanto pensar en vano, a partir de ahora voy a reservar mi cerebro para cuestiones más productivas, como buscar ejemplos de actividades que podría realizar mi cerebro. Mejor no.
ResponderEliminarComo curiosidad ¿Que hubiera pasado si hubiera ganado alguna de las otras opciones?
Tu mismo lo has dicho ¿De verdad es una opción no abrir la puerta? Vamos a conocer el personaje tan feliz que ríe, a lo mejor nos contagia la alegría.
La de lanzar el casco apuesto que hubieramos teñido de un bonito color rojo sesos el suelo de la trampa. El intento de salto sin cuerda es posible que lo hubiéramos conseguido, o al menos tener el mismo resultado que ahora. Teniendo en cuenta que un saltador olímpico ronda los 7 metros en longitud supongo que no es descabellado saltar 3 para una amazona bien en forma.
EliminarPons: Hacer sugerencias vale para que las pueda tener en cuenta al escribir la siguiente entrada, con la condición de que no rompáis el juego. A mí me parece un gran aliciente. Sin sugerencias no habría habido Olorcitos, por ejemplo.
EliminarLas opciones restantes permiten llegar al otro lado de una de estas tres formas: ilesos y con todas vuestras posesiones intactas, exactamente igual que habéis llegado vosotros (magullados y con 1 punto menos de Destreza, pero con un rubí) y sin escudo (lo que resta 1 punto de Destreza). Son tres soluciones porque una de las alternativas se ramifica en función del resultado de una prueba de Suerte. Creo que no debería estar contándoos todo esto.
O sea, que la cuerda era una trampa ¡No se podía saber! De todas formas estas son las cosas que me hacen odiar al viejo canalla de Livingstone: te da un rubí a cambio de perder un punto de destreza, lo que hará que los combates sean algo menos divertidos a partir de ahora.
ResponderEliminarPor lo demás, ¿qué hacer ante una puerta cerrada?. Teniendo en cuenta nuestro lamentable historial como aventurera no hay nada que podamos hacer salvo abrirla. Además hay una risa tonta al otro lado de ella, lo mismo hay alguien viendo una actuación de El Tricicle o una sesión parlamentaria de control al Gobierno... sea como sea, un poco de compañía no debería venirnos mal.
Yo prefiero que abráis esta puerta porque agradezco cualquier oportunidad para escribir diálogos.
EliminarPues he visto por allí que la saga Souls, a pesar de su fama de dificultad, supuestamente no suele ser injusta. Estos libro juegos parecen más influencia de los Kaizo Mario. Con todo, aparentemente aporrearse en el fondo del pozo parece requisito para obtener objetos que quizás (o quizás no) sean necesarios más adelante, así que ¿decidimos bien?
ResponderEliminarAhora, la última vez que rechazamos unirnos con seres alegres y sonrientes en el haz de luz, se nos reconvino. No podemos arriesgarnos a repetir el error. Siempre podemos contarle el chiste del cura y el leproso (qué risa) y seguro ganarnos un aliado.
Lo que dices de la saga Souls es cierto. Yo soy manco y me he pasado dos Dark Souls y el Elden Ring sin grandes dificultades. No son juegos condescendientes, pero tampoco injustos.
EliminarY no me recuerdes lo del haz de luz, por favor. Es la mayor mancha en vuestro expediente.
Al final ha venido bien pegarnos un costalazo y todo, en fin, yo voto por entrar, tiene la pinta de que la risita corresponde al típico buhonero excéntrico que tiene un montón de objetos valiosos que podemos intercambiar con nuestras gemas y/o carisma personal.
ResponderEliminarOs puedo adelantar que, efectivamente, la risita pertenece a alguien excéntrico.
EliminarBah, ¿qué es perder unos cuantos puntos de nuestras estadísticas, a cambio de un rubí que seguramente sea falso o que no podamos aprovechar porque, bueno, nos muramos antes de salir?
ResponderEliminarY por supuesto voto por abrir la puerta. Al otro lado nos espera una risita, es decir, la COMMEDIA. Y la COMMEDIA siempre es buena, ¿no?
...¿No?
El rubí es auténtico. La posibilidad de que muráis antes de aprovecharlo, también. Pero, de momento, vais bastante bien.
EliminarVaya costalazo!
ResponderEliminarLo de la cuerda cortada. Era evidente... Sobre todo una vez pasado. Me pregunto si había respuesta buena o si esta era la mejor, al fin y al cabo nos hemos llevado un magnífico rubí.
En fin. No se si hará falta molestarse en votar, pero bueno, por si acaso... Abrimos la puerta y preparamos un chiste de Lepe.
¿Había respuesta buena? Depende. Como decía más arriba, se puede llegar al otro lado sin ningún rasguño y con vuestras posesiones intactas. ¿Es mejor eso que llegar tullido y con un rubí? Es discutible.
EliminarObviamente, abrimos la puerta. ¿Qué es lo peor que nos pueda pasar si entramos, que nos cuenten un chiste malo?
ResponderEliminarPD 1: Hay un error en esta parte: "pero al menos no parece que tengáis nada roto. De Solo perdéis 2 puntos de Resistencia." Ahí sobra el "De".
PD 2: Como pseudo off-topic, te diré que recientemente me he enterado de la existencia de la película interactiva Deathtrap Dungeon: The Golden Room. Está previsto que se estrene en 2023 y está grabada con la tecnología Stagecraft, la misma con la que se filmó The Mandalorian. Lo digo porque quizá te interesa verla/jugarla y hacer una reseña o recapitulación de la misma.
Link del tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=AaFY2IflTgU
Link del juego en Steam: https://store.steampowered.com/app/1251960/Deathtrap_Dungeon_The_Golden_Room/
Estaba al tanto de la película interactiva, ¡pero no sabía que tenía ya demo! Voy a probarla hoy mismo.
Eliminar- Abrir la puerta
ResponderEliminarPero antes llamaría tres veces gritando....Penny, Penny..., Penny...
Seguro que sus risitas pasan del Jijiji al Jajaja. Además, alguien que usa Jijiji es de fiar, denota años de uso de internet y de messenger o Irc. Debe ser majo.
He tenido que buscar qué era eso de "Penny, Penny, Penny". Algo que no veréis nunca en estas entradas son referencias a Big Bang Theory, porque no he visto ni un solo episodio de la serie. Lo poco que he visto de ella me ha puesto nervioso.
EliminarSaludos Sir brocha y demás miembros de la mente colmena.
ResponderEliminarLlevamos según comentó Sir brocha como una décima parte de la aventura y nuestras provisiones ya están reducidas a casi la mitad. Me temo que eso nos obliga a tomar decisiones culinarias "creativas" a partir de ahora sugiero que nos alimentemos de todo ser vivo que encontremos en el laberinto.
Recoger cada objeto nos a supuesto cierto quebranto físico y nos a obligado a gastar nuestras preciosas provisiones, así pues las circunstancias nos obligan a abrir la puerta y conocer al poseedor de esa para nada sospechosa risita. Estoy convencido de que si es una persona decente, entenderá nuestro razonamiento y nos cederá sin problemas alguna extremidad para ser consumida en un momento de apuro. De no ser así un poco de "lenguaje no verbal contundente" nos ayudará a completar nuestro inventario de provisiones.
Así pues nuestra aventurera debe relamerse los labios llamar al puerta,(como digo a mis colegas del congreso el canibalismo no debe estar reñido con las buenas maneras) y entrar con una sonrisa que enseñe todos los dientes a conocer a nuestro próximo almuerz...
¡Compañero! ¡Quería decir compañero!
Suponiendo que llegaseis o pudieseis llegar al final, ahora llevaríais aproximadamente un 25 % de la aventura. Confío en que la diñéis antes de llegar al 50 %. ¡Vosotros podéis! ¡Ánimo!
EliminarUn costalazo previsible a cambio de una piedra preciosa clave para nuestra supervivencia y combates más emocionantes. Ni tan mal.
ResponderEliminarYa tenemos un rubí y una esmeralda. Apostaría a que hay mínimo un diamante y un zafiro escondidos debajo de un felpudo, en el intestino delgado de algún engendro o en la caja misteriosa que hay tras el panel número 2 (que obviamente escogeremos en lugar del 1, en el que sólo hay cuatro ruedas de coche usadas; y el 3, tras el que se esconde el flamante Seat Chiang Mai descapotable).
Normalmente ante una risa con "i" escogería seguir caminando, no puede traer nada bueno. Pero me leí los comentarios y hay un diálogo que quiere ser escrito. Podría ser un duelo de insultos, un desafío de adivinanzas o incluso una teoría sobre alguna canción de Madonna. Abramos la puerta, no puede quedar un solo cuarto sin ventilar.
No te esperes una escena estilo Tarantino. Considero "diálogo" todo lo que no sean vuestros soliloquios monosilábicos.
EliminarLas vacaciones le han sentado de miedo a nuestro Amo del calabozo particular, las últimas entradas tienen momentos hilarantes, tanto que voy a tener que dejar de leerlas en el trabajo por las miradas de mis compañeros cada vez que me descojono delante de una supuesta hoja de cálculo. Buena señal, si el narrador se divierte menos posibilidades de palmar a corto plazo.
ResponderEliminarPor otra parte, la pregunta ofende: deberíamos llevar activo el modo de abrir puertas por defecto.
Muchas gracias. Estas últimas entradas han tenido algunos momentos inspirados. Pero la inspiración viene y va, y cuando no viene…, bueno, se hace lo que se puede.
EliminarPues al final agradezco que no saliera la opción que elegí porque tiene pinta de que era la peor, además, echamos otro pedrolo en la saca, si no son mágicos ni sirven para nada por lo menos podremos alardear delante de otra gente (si es que salimos de aquí, claro).
ResponderEliminarConfieso que a mí en particular no me atrae la puerta. Pero voy a votar por abrirla de todas maneras. ¿Que por qué? Pues la verdad, durante toda la aventura cuando había que escoger entre abrir puertas o investigar algo y seguir hacia adelante, toda la chicha estaba en hacer esas cosas puesto que seguir caminando no implicaba nunca ningún cambio ni para bien ni para mal. Así que como aquí hemos venido a reunir anécdotas que contarles a nuestros nietos, veamos quién hay al otro lado. Hablando de nietos, a lo mejor esto podría ser el inicio de una serie llamada "Cómo rescaté a vuestro abuelo el demente".
Cerdito Malva dice que hoy se siente con ganas de socializar y también vota abrirla.
Ignorar las puertas es para speedrunners. En una primera lectura, hay que entrar en todas partes y arramplar todo lo que no está clavado al suelo. Ensayo y error.
EliminarOuch, lo que duele de verdad es la pérdida de ese punto de destreza. Pero al menos sacamos una gema roja.
ResponderEliminarLo que me intriga de verdad es si esa gema es un objeto necesario para completar el libro-juego. Si lo fuera, eso significaría que para triunfar hay que fallar la prueba del salto o caer aposta en la trampa usando la cuerda.
Si ese fuera el caso, no puedo por menos que descubrirme ante la retorcida mente detrás de esto. Como dijeron Patton y Apu, qué magnífico bastardo.
Casi se me olvida votar, puerta, por supuesto.
EliminarSea cual sea la respuesta a tu pregunta, te garantizo que hay una mente retorcida detrás. La ignorancia es una bendición.
EliminarLlego tarde para votar, así que solo desearte que estés ya recuperado y un buen viernes y fin de semana ✅😃
ResponderEliminarOh, qué detalle. Muchas gracias.
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