¡Entrada musical! ¡Hurra! Como sabéis, no publicaba una desde el mal trago de The very best of David Hasselhoff, y para compensarme por hacerme escuchar semejante despropósito de disco, esta vez me he decidido por escribir un top 5 de duetos. No me preguntéis por el criterio que he utilizado para elegirlos, porque la respuesta pasa por un bar irlandés y varias jarras de Guinness.
#5. David Bowie y Mick Jagger: Dancing in the Street
Dancing in the Street es uno de los grandes éxitos de la Motown, más conocida como la discográfica esa de los negros. Martha and the Vandellas popularizaron esta canción en la década de los sesenta, y Bowie y Jagger la convirtieron en un hit en 1985.
El vídeo se grabó para los conciertos de Live Aid y luego se distribuyó como sencillo, destinando todos los beneficios a obras de caridad. Por aquella fecha, yo era demasiado pequeño como para usar una cuchara y o recordar algo; pero se ve que en los años ochenta, alguien pensó que la música salvaría África. Hombre, si la música quitase el hambre tal vez; pero en este caso, la mayor parte de los fondos se los llevó un dictador etíope corrupto y genocida. Sí, un dictador en África. Menuda sorpresa. De todos modos, caridad no es una palabra que me guste; es lo que hacen los billonarios para conseguir publicidad y sentirse mejor consigo mismos cuando se van de vacaciones a su casa en primera línea de playa en Malibú.
En efecto, la vida es triste y miserable, pero si alguien añadiese tomas de negritos famélicos cubiertos de moscas en este videoclip, os partirías de risa. También estaríais condenados a una eternidad de tormento en el Infierno, claro; pero el sufrimiento merecería la pena.
La canción se grabó en un solo día en los estudios Abbey Road y, aunque parezca increíble, no le dedicaron ni un día más a rodar el videoclip. ¿Quién lo diría al ver a Bowie volteando pizzas invisibles y ese magnífico decorado estilo "Mi primo Vinnie nos puede colar en un almacén en los muelles esta noche"?
Ahora en serio, el único motivo por el que he includo este dueto en la lista es porque es tronchante ver a dos leyendas del rock británico haciendo el ridículo hasta esos extremos. Además, los niveles de gaycidad se salen de la escala; casi te hace creer que aquel rumor extendido por la mujer de Bowie de que pilló a éste y a Jagger desnudos en la cama es cierto.
#4. Paul McCartney y Michael Jackson: Say, Say, Say
Tengo el maldito estribillo de esta canción incrustado en la sesera y no consigo quitármelo de la cabeza. Es muy pegadizo, así que no lo escuchéis más de una vez a no ser que queráis tararearlo cada dos por tres y que la gente os mire raro por la calle.
Vi este videoclip por primera vez en la MTV, creo que al poco de estrenarse el canal en España, y aún recuerdo lo mucho que me sorprendió ver a Paul McCartney, ídolo de la generación de mis padres, cantando a dúo con Michael Jackson, uno de los mayores iconos musicales de mi niñez. Ahora lo que me sorprende es que Jackson fuera alguna vez negro.
Lo que no sabía entonces es que esta era la segunda vez que el ex Beatle y el Rey del Pop colaboraban en un tema tras The Girl Is Mine. Tampoco sabía que las mujeres que aparecían con ellos eran Linda McCartney, la esposa de Paul, y La Toya Jackson, hermana de Michael. No es que esto sea importante, solo es un dato inútil más que habréis aprendido después de terminar de leer esta entrada.
La canción, sin embargo, no es para tirar cohetes, y de hecho, cuando el disco salió allá por 1983, la crítica fue bastante dura con ella. Aunque pegadiza, la letra es mediocre, y el sencillo solo se salva gracias a la presencia de estas dos grandes estrellas.
A mí el vídeo me llamó la atención en su día porque me encantan las historias americanas sobre timadores ambulantes que venden fórmulas prodigiosas. De la canción, me gusta más la voz de McCartney. Michael Jackson fue un excelente bailarín y tenía un ojo clínico para el espectáculo; pero como vocalista no era para tanto.
#3. Dolly Parton y Kenny Rogers: Islands in the Stream
Hay canciones que nos reconfortan sin razón aparente, y que es bueno recordar en los momentos de bajón, como cuando regresas a casa después de un día horrible de trabajo para calentarte una tarrina de arroz instantáneo y ver un episodio de una telecomedia que en realidad no te hace gracia antes de agostarte. En mi caso, Islands in the Stream es una de esas canciones. No es que vaya contándoselo a todo el mundo, claro. Tengo una reputación que mantener.
La letra es de los Bee Gees y, salvo que creáis en el amor, os parecerá tan tonta como la de casi cualquier balada romántica que hayáis oído. Sin embargo, no por ello deja de hacerme sentir un poco mejor conmigo mismo y recobrar un poco de fe en la humanidad. Es mi manta de Linus.
Islands in the Stream salió a la venta en el verano de 1983, y aunque los hermanos Gibbs la compusieron para Marvin Gaye, acabaron retocándola para el álbum Eyes That See in the Dark de Kenny Rogers, que contó con la colaboración de Dolly Parton. La carismática pareja interpretaría esta canción repetidas veces entre 1984 y 1985 en el Real Love Tour, al que, si no me equivoco, pertenece el vídeo de arriba.
Dolly Parton es la indiscutible reina del country desde los años setenta, y cada una de sus canciones desborda candor y simpatía. Tuvo el valor de perseguir el sueño de ser cantante, y su esfuerzo y su talento la sacaron de la pobreza. En este sentido, la suya es una gran historia americana... con mucha cirugía plástica. Al menos, en esta grabación probablemente Dolly todavía no fuera un 87% silicona y botox, lo cual es un punto a favor del vídeo. En cuanto a Kenny Rogers..., bueno, él es EL hombre. El día que Justin Bieber se deje una barba como la suya podré empezar a respetarlo como persona.
Dolly y Kenny han colaborado repetidas veces en el escenario; ella pareciéndose cada vez más a una Barbie defectuosa, y él, a Papá Noel.
#2. Lita Ford y Ozzie Osbourne: Close My Eyes Forever
De las cinco canciones de esta lista, esta es probablemente la que más veces podría escuchar antes de decir "basta", prenderme fuego y arrojarme por la ventana.
Ozzy venía de Black Sabbath, y Lita, de The Runaways, por lo que cuando sacaron este sencillo, ambos tenían ya sus seguidores. Sharon, la esposa de Ozzy, era la agente de Lita cuando colaboraron para sacar este tema en 1988.
Yo nunca he sido fan de Ozzy Osbourne, y aunque he escuchado Paranoid incontables veces, Black Sabbath tampoco es uno de mis grupos de metal predilectos. Me temo que soy más de Judas Priest y Iron Maiden. No obstante, en esta ocasión Ozzy está bastante comedido, y eso le favorece. En cualquier caso, no es que resulte difícil ser comedido cuando ya le has arrancado la cabeza a un murciélago de un mordisco en pleno concierto. El hecho de que él pensara que el murciélago era falso no cambia nada; solo significa que estaba lo bastante colgado como para no distinguir una rata voladora y cartilaginosa de un muñeco de goma.
De Lita Ford no he escuchado más que tres canciones, aunque este dueto me ha puesto sobre la pista de su tercer disco en solitario, y reconozco que se ve realmente espectacular tocando la guitarra eléctrica de doble mástil. Además, ¿para que voy a engañaros?, me va su rollo de chica roquera, con melena cardada y oxigenada, cazadora de cuero y vaqueros destrozados.
Close My Eyes Forever es sencillamente un temazo.
#1. Tom Jones y Raphael: Ghost Riders in the Sky
No miréis más lejos. Este dueto es la verdadera razón por la que empecé a escribir esta entrada. Lo demás es relleno. También es la segunda canción country que incluyo en la lista. Da que pensar.
Stan Jones escribió Riders in the Sky (también conocida como Ghost Riders in the Sky, Ghost Riders, Riders y A Cowboy Legend) en 1948, durante el primer mandato del campechano presidente Truman. Stan nació en Arizona y se crió en un rancho, y cuando escribió esta canción trabajaba en el Servicio de Parques Nacionales del Valle de la Muerte. Su vida encaja con esa leyenda sobre vaqueros condenados.
Burl Ives grabó la primera versión de la canción en 1949 para Columbia Records, y desde entonces más de cincuenta artistas han seguido sus pasos, incluyendo actores como el nonagenario Christopher Lee. Porque cuando Lee no está rodando su enésima película, saca un hueco para cantar. Hay hombres que se conforman con escribir un libro, plantar un árbol y tener hijos. Lee es Drácula, Saruman y el Conde Dooku, y canta con Rhapsody of Fire.
Pero me estoy desviando del tema. El 15 de enero de 1970, Tom Jones invitó a Raphael a su programa televisivo This is Tom Jones, y unieron sus increíbles vozarrones en la que es una de las versiones más briosas de Ghost Riders in the Sky. Los otros invitados del episodio fueron George Gobel, Shani Wallis y The Rascals. No he encontrado vídeos de su aparición en YouTube, así que afirmaré con confianza que el Ruiseñor de Linares robó la noche al resto de invitados.
Ambos artistas habían cantado antes el tema por separado en sus respectivos idiomas, pero aquí optan por alternar inglés y español en detrimento de la letra, que pasa a no tener ni pies de cabeza. Raphael habla de un jinete que traicionó en vida a su gran amor y al que persiguen diablos en tropel; y Jones, de cowboys espectrales que intentan capturar a las vacas del Demonio. Aun así, sigue siendo un espectáculo oír dos voces como las suyas cantando al unísono, ¡y quién se los iba a imaginar juntos sobre el escenario!
Por cierto, para quien no entienda el chistecillo que hacen al comienzo del vídeo, Raphael dice que se apellida Humperdinck. Esto se supone que tiene gracia porque, entre los años sesenta y los setenta, Engelbert Humperdinck mantuvo cierta rivalidad profesional con el Tigre de Gales. La verdad es que si tengo que explicároslo, deja de ser gracioso.
Buena lista, pero este dúo entre el Puma y Julio Iglesias debería por lo menos aparecer como mención especial.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Sw1npMTWvhc&feature=related
Y que digas que Kenny Rogers es el hombre, estando más abajo el gran tigre de gales es delito. Que patillas, que porte, que HOMBRE.
PD: Me encanta la estética setentera del dúo Jones-Raphael, sólo falta Valerio Lazarov y sus zooms imposibles.
Lo único que lamento es que Dolly nunca accediera a filmar una película con Russ Meyer, esas son cosas que debiesen verse.
ResponderEliminarQue no incluyese en la imagen del encabezado del artículo a Tom & Raphael supongo que era para crear expectativa, pero hace falta.
Nota perturbadora: En las dos imágenes de David & Bowie (tanto en el encabezado como en la estática del video) parece que se darán un beso. ¿Rumores? Seh, claro.
Válgame dios que no sale Pimpinela!
ResponderEliminarCuando lei el titulo en mimente repetia: Que nos sea algo de Pimpinela QUE NOS SEA ALGO DE Pimpinela!!!!!!!!!!
EliminarDios santo¡¡¡¿Donde están los MODERN TALKING??¡¡¡Tipo de la brocha no tienes perdón.
ResponderEliminarCreo que debería haber especificado que me refería a dúos más casuales, no a grupos, como es el caso de Pimpinela o Modern Talking. Fallo por mi parte.
ResponderEliminarTe olvidaste de Freddy Mercury y Montserrat Caballé con su himno olímpico: http://www.youtube.com/watch?v=HiB7Be0wNsg&ob=av2n
ResponderEliminarPor cierto,en family guy definieron el vídeo de jagger y bowie como el "video musical más gay de todos los tiempos": http://www.youtube.com/watch?v=qzig8muClrc
La primera vez que vi la versión de Raphael y Tom Jones de Ghost Riders in the Sky pensé que estaba soñando.
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