Tras un imprudente encuentro con un fantasma decapitado, habéis regresado al pasillo en el que vuestra visita se convirtió en la prueba cardíaca definitiva. A pesar de que el corazón os flaquea y no estáis para muchos sustos, habéis decidido examinar la misma ventana que con tanta ligereza habíais ignorado anteriormente.
La ventana está cubierta por amplios cortinajes. Os dais cuenta de que sería muy fácil ocultarse entre ellos, así que, por si las moscas, les arreáis unos cuantos puntapiés. Si los sobrinitos del conde han venido de visita y están jugando al escondite a estas horas, la culpa de lo que ocurra será suya, no vuestra.
Aunque levantáis bastante polvo, no notáis bultos inusuales. Lo único que descubrís pegando patadas a las cortinas es que los Drumer llevan una larga temporada descuidando la limpieza. Quizá Franklins no sea el diligente y servicial mayordomo que vosotros os imaginabais.
Separáis las cortinas de golpe, preparados para lo peor, y, en ese preciso instante, un trueno retumba muy cerca de la casa.
"¡¡¡AAAAAAH-JU-JU-JU-JUY!!!", gritáis.
Menos mal que en este librojuego solo hay un indicador de miedo y no de dignidad. Aun así, es un susto minúsculo.
Al igual que la última ventana que comprobasteis, esta también tiene barrotes por fuera. Si tan solo hubierais traído con vosotros vuestra amoladora eléctrica y vuestras gafas protectoras (la seguridad es lo primero), aún tendríais una oportunidad de escapar por esta ventana.
En ese momento, observáis algo extraño. El agua de lluvia que resbala por el cristal está evitando una pequeña zona en una de las esquinas. Es como si una fuerza externa, paranormal añadiría, impidiese que el agua alcanzase esa parte del cristal.
Como no habéis aprendido nada de pasadas experiencias, os acercáis para observar mejor este inexplicable fenómeno. Más... Un poquito más... Ahí ya está bien.
"Alucina pepinillos", murmuráis.
¡En el vaho condensado sobre el cristal hay escrito un mensaje! Eso explica el ruido que oísteis antes. ¡Había alguien escribiendo sobre el cristal! Además, todo apunta a que no es obra de una mano humana, sino de un grafitero sobrenatural.
El mensaje dice:
TONTO EL QUE LO LEA :)
Y justo debajo pone:
MORDANA EN ABADDON
No tenéis ni pajolera idea de qué puede significar. Pero sin duda es una pista. Una pista importante. En el pasillo.
Ejem.
Os concentráis en memorizar el mensaje. Por desgracia, tenéis tantas cosas en la cabeza que, al hacerlo, la letra de Starman, de David Bowie, se os borra. No estáis seguros de que el intercambio haya merecido la pena, pero ya no tiene remedio.
Si en algún momento creéis que el críptico mensaje puede seros útil, decídmelo.
Pintáis algo que parece una cabeza de conejo con una sola oreja en el cristal y regresáis al rellano.
Después de aseguraros de que estáis solos (o, al menos, tan solos como es posible en una mansión embrujada), pasáis por delante de las puertas de Balthus y Mephisto, y continuáis hasta la puerta marcada con la placa que dice Azazel. Desde aquí veis que en la balconada del lado opuesto al pasillo del que venís hay otras dos puertas. Las ignoráis de momento, resoplando de pura pereza, y entráis en Azazel.
Hay que ver lo bonito que está quedando el mapa. Una auténtica obra de arte. |
La primera impresión que os da la sala es que podría pasar por el laboratorio de Frankenstein en una película de los estudios Universal. No hay ningún cuerpo enorme cubierto con una sábana sobre una camilla-ascensor, pero sí una amplia variedad de cachivaches y artilugios indispensables para ejercer como científico chiflado: probetas, tubos de ensayo, pipetas, matraces, embudos, bolas de plasma (a 14,99 £ en el centro comercial más cercano) e incluso el clásico esqueleto humano colgado de un gancho.
Y no, el esqueleto no se mueve. Ni parece que vaya a hacerlo. Relajaos un poco.
También hay docenas de pizarras y gráficos por toda la habitación, con fórmulas matemáticas y químicas incomprensibles para vosotros. Por jorobar, cogéis una tiza y un borrador, y cambiáis algunas cifras por otras al azar. Así aprenderá lord Kelnor a tratar mejor a sus huéspedes.
¿Os habéis fijado en la taza de café? ¿Estará caliente? ¿Cuánto lleva ahí? ¡Frankliiins! |
En este punto, Steve Jackson os daría la opción de investigar con calma el laboratorio o largaros, pero yo no soy Steve Jackson y no me gusta perder el tiempo. ¡Por supuesto que queréis investigar! No es que lo presuponga, lo sé.
Y sí, el esqueleto sigue sin moverse. No insistáis en ello. En serio, ni siquiera creo que sea de verdad. Seguro que no es más que un adorno de Halloween. ¿Queréis tocarlo? Adelante, no os cortéis.
¿Cómo que parece hueso auténtico? Bueno, todo puede ser. Después de todo, es evidente que los esqueletos no son un material que escasee por aquí. En cualquier caso, no creo que este muerto vaya a resucitar de golpe, y aunque lo hiciera, seguiría colgado de un gancho. Olvidaos del esqueleto.
Os aseguráis de haber cerrado bien la puerta y os paseáis por el laboratorio buscando cualquier cosa que pueda seros útil. Un chirrido os hace pegar un bote. Son ratas enjauladas. Uno de los roedores se pone a dos patas y os mira fijamente, sacudiendo sus patitas delanteras como si os saludase.
"A ti te llamaré Dixie", le dices.
Al cabo de unos minutos, habéis reducido a tres los elementos que consideráis que merece la pena examinar a fondo. Ahora bien, cuanto más tiempo permanezcáis en el mismo lugar, más posibilidades habrá de que el conde o alguno de sus amigos entunicados os pillen husmeando, así que elegid con cabeza por dónde queréis empezar. Para evitar equívocos, y por si no lo habíais pillado, os adelanto que solo vais a poder mirar una cosa.
- Los cajones del escritorio. Salvo que haya un rollo de serpentina a presión ahí dentro o un fantasma en miniatura, no prevéis llevaros ningún susto, y quizá encontréis la correspondencia erótica del conde. Hay un motivo por el que la palabra "chantaje" está en los diccionarios.
- Las redomas con líquidos de todos los colores. Por un lado, la química os fascina. Por otro, jamás le haríais daño a Dixie y sus compañeras, y no estáis seguros de querer ser vuestros propios conejillos de indias.
- El armario con doble puerta. Es lo bastante grande para que quepan dos personas escondidas dentro, incluso tres si se apretujan. O podría ser donde guardan la tabla de planchar.
Suponiendo que eligieseis investigar las redomas, y ya os adelanto que ninguna de ellas lleva una etiqueta que diga "Poción de curación" o esté marcada con una calavera con tibias cruzadas, vuestra siguiente decisión sería cuál queréis beberos (así, a lo loco):
- Líquido verde moco.
- Líquido rojo sangre.
- Líquido transparente humor vítreo.
- Líquido amarillo bilis.
Suena todo muy sano, ¿verdad?
Tenéis hasta las 20:30 CEST para votar. Si elegís la segunda opción, indicadme por favor con qué redoma queréis suici... estooo, qué líquido queréis echaros al coleto. Si votáis desde Twitter, podéis indicármelo respondiendo al tuit, porque intuyo que si pongo una encuesta independiente, va a haber más votos de los que corresponden.
Cajón. El armario puede o bien contener algo punzante de defensa, o bien contener el conde y su secuaz o bien contener una escalera para descender al culto satánico.
ResponderEliminarEl cajón puede tener algo punzante también, o estar cerrado, pero nada TAN malo. Y si nos tomamos por pista lo de que salvo serpentina o minifantasma razón de más.
En cuanto a los matraces, uno no es experto en Quimicefa (marca registrada), así que no pintan nada bien.
¿Me olvidé de mencionar que en la puerta del armario hay una chapita que indica "Ballestas lanzaestacas"?
EliminarEs broma. No hay nada bueno en el armario.
MORDANA EN ABADDON no me suena nada pero si lo leo al revés es NODDABA NE ANADROM! Y tampoco lo entiendo, pero y lo bien que me lo he pasado dándole la vuelta?
ResponderEliminarConociendo lo cobardicas que somos mejor no abrir el armario porqué encontraremos algún cadáver o fantasma que nos subirá el miedo. Beber líquidos desconocidos no suelen ser una afición saludable, de hecho, según los nutricionista aunque sean conocidos el único saludable es el agua, y de todos ellos sólo uno lo parece, pero dudo mucho que lo sea, por tanto nada de beber. Me quedo pues con la cajonera, que con un poco de suerte encontraremos una arma, aunque sea un lápiz sin punta será mejor que nada.
Estuve a puntito de escribiros el mensaje al revés (como se verían en un espejo), pero no sé darle la vuelta al texto en html y me pareció que iba a ser un fastidio.
EliminarBotellas sin etiqueta ni información nutricional? No gracias, que estoy a dieta.
ResponderEliminarEl armario es demasiado grande, ahí puede estar casper y toda su familia, quita quita.
Vamos a por la cajonera, fijo que la cagamos, pero bueno xD
¡Información nutricional! ¡Qué bueno! Ojalá se me hubiera ocurrido a mí. Supongo que podría modificar la entrada, borrar este comentario y decirte que eres un copión. Pero sería demasiado trabajo.
EliminarHemos estado deliberando y el cajón suena bien. Supongo que podría haber algún arma, aunque sea un puntiagudo abrecartas, siguiendo con el tema de la correspondencia.
ResponderEliminarEl armario también podría tener su aquél, quizá es el lugar donde guardan las pistolas y los trastos de empalar. Ay, no sé, no sé. Además, si alguien se acerca de repente, quizá hasta podamos escondernos dentro hasta que se vayan (cruzando los dedos para que no les dé por mirar algo ahí, claro).
Lo de echarse a la boca un líquido desconocido suena fatal, tiene toda la pinta de que es ahí donde destilan el veneno y supongo que serán diferentes variedades, como buena mansión infernal de primera clase que es. Demasiado arriesgado jugársela con eso.
Por lo tanto: ¡un voto a cajón y otro a armario por aquí!
¿Alguien mencionó un abrecartas?
EliminarCreo que saldrá la opción de beber poción a lo loco, sólo por echar unas risas... Yo me inclino por abrir el cajón, ojalá encuentre un arma, aunque contra un fantasma de poco valdrá!
ResponderEliminarYo pensaba igual que tú. Menos mal que nos equivocamos.
EliminarBueno. Abramos el cajón, que seguro que no nos pasa nada malo (famosas últimas palabras)
ResponderEliminarLos cajones son un mundo de posibilidades, malas y buenas. Por suerte, en este caso...
EliminarSiempre me gustó rebuscar en los cajones, acabas encontrando algo inesperado.
ResponderEliminarO incluso varios algos inesperados.
EliminarEl armario. Me ha hecho demasiada gracia el imaginarme al conde y su secuaz ahí escondidos para darnos un susto desde que nos drogaron. Y nosotros mientras echando siestas y de cháchara con fantasmas. El mensaje MORDANA EN ABADDON es un anagrama de SOY LORD ALDABA. Sin duda una pista sutil que solo los aficionados a Cifras y Letras habremos descubierto (y que como se dice ahora en tuiter, muy pocos entenderán).
ResponderEliminarOjalá ese anagrama fuese cierto.
EliminarEl armario. Podría haber cualquier cosa. Incluso un barco.
ResponderEliminarCon diez cañones por banda.
Eliminar1. Abro el cajón del escritorio.
ResponderEliminarY por supuesto, además compruebo si hay un doble fondo. Porque siempre hay un doble fondo.
Puede que haya doble fondo, ahora que lo has mencionado.
EliminarDifícil elección. Pero como me gusta la irracionalidad y el absurdo de los libro juegos de los ochenta, me voy a beber hasta el agua de las macetas y elijo la redoma rojo sangre. ¿Quién dijo miedo? Seguro que nos da un superpoder como escalar paredes o llevar a la mesa de un funcionario todos los papeles en orden.
ResponderEliminarTú estás muerto. Enhorabuena.
EliminarPor supuesto, abrimos el cajón. Allí puede haber una pistola, un cuchillo o mejor aún, ¡las escrituras de la Mansión! ¡Podríamos hacernos los dueños del cotarro!
ResponderEliminarSeñor conde, tengo un mensaje para usted: ¡Largo de mi propiedad!
EliminarCon la suerte que tenemos imagino que el cajón estará atascado y perderemos 6 puntos de resiatenci: 2 al forzarlo y 4 con el golpe en la cabeza cuando salga.
ResponderEliminarElijo el armario. Puede haber una atractiva e inofensiva joven encerrada esperando a ser liberada. O seguramente una puerta oculta que de a otro pasillo con más puertas. Al menos ganaremos un mapa más amplio.
Las redomas creo que son la única opción que puede llevarnos a una muerte directa. Al menos a un 75% de cosas negativas.
Con las redomas hay ciertamente una probabilidad respetable de meter la pata. De meter la pata hasta la tumba.
EliminarAquí hemos venido a beber! Eso sí, tampoco nos pasaremos de temerarios y evitaremos cualquier liquido que pueda pasar inadvertido en el vino blanco. Entre el rojo y el verde, supongo que elijo el rojo. En los videojuegos funciona.
ResponderEliminarSegundo muerto. Enhorabuena también.
EliminarA priori, lo más seguro parece el cajón, así que p'alante.
ResponderEliminarNo hay nada seguro, salvo que esta aventura acabará este mes, de una manera u otra. ¡MWAHAHAHAHA!
EliminarAl cajón porque los cajones siempre guardan cosas importantes como ropa interior, medias y algún revolver.
ResponderEliminarTú encuentras una media y te la pones en la cabeza.
EliminarSin dejar de echarle un ojo al esqueleto por si acaso, me decido por el armario (ya se que se me pasó de lejos la hora de votar, pero es que me hace ilusión ver como comentas cada uno de los comentarios, XD)
ResponderEliminarEl esqueleto te guiña un ojo. No sé cómo, pero lo hace.
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