La votación de la entrada anterior estuvo bastante reñida, pero la balanza acabó decantándose a favor de los introvertidos, por lo que ahora todos tendremos que lidiar con la opción de seguir escuchando a los inquilinos de la mansión sin dar la cara.
Vuestra oreja continúa haciéndole el amor a la fachada y atendéis a la conversación. El hombre más joven se ha rebotado y suena amenazante.
"Las enseñanzas del Maestro no son para los blandos de corazón", dice. "Ya conoces su poder, ya conoces las promesas que nos ha hecho a todos. Tal vez no tienes la fuerza necesaria para seguir con nosotros".
Os suena haber oído algo muy parecido en una reunión de alcohólicos anónimos. Vosotros nunca habéis tenido un problema con la bebida (salvo cuando faltaba), pero estuvisteis trabajando varios meses en una empresa de catering y un día os tocó servir a una asociación de esas. Jamás olvidaréis el pedido: dos cajas de bizcochos caseros, tres cajas de minidonuts y cuatro jarras de café exprés. Ojalá no hubierais oído café irlandés.
El hombre más viejo se vuelve hacia la ventana. Aunque la oscuridad y la lluvia os cubren, hacéis vuestra mejor imitación de bicho bola para que no os vea.
"N-no", tartamudea el tipo, nervioso. "Enseguida estaré en condiciones. Es solo una debilidad momentánea. V-venga, sigamos con los preparativos".
Mira tú qué cosas. Cuando veníais hacia la casa, pensabais que no encontraríais a nadie despierto, pero ahora a lo mejor resulta que estabais equivocados y llegáis justo a tiempo para asistir a una fiesta privada. Esperáis que si están celebrando el cumpleaños de ese tal Maestro, haya una tarta gigante de la que salga aquella chica de la que hablaban antes. Os encanta la tarta.
Los dos hombres se marchan de la cocina y apagan las velas al salir. No lo habíais pensado antes, pero menudas velas deben de ser para que pudierais ver la luz que despedían desde EL OTRO LADO DE LA MANSIÓN. Serán de las que se utilizan para hacer señales a los barcos desde el puerto. Velas de 150W con batería recargable, probablemente. Esta historia gana credibilidad por momentos.
Ahora ya no me siento tan mal por lo que voy a hacer a continuación.
Veréis, en este punto, os tendría que pedir que eligierais entre intentar abrir la puerta de la cocina o regresar al porche y llamar a la puerta principal. Hasta aquí, bien. Sin embargo, si optaseis por la puerta de la cocina, descubriríais que está cerrada a cal y canto con un cerrojo embutido de alta seguridad conectado a una alarma antirrobo (o quizá simplemente han echado la llave), y que, por tanto, la única manera de entrar por aquí es liarse a nudillazos con la puerta con la esperanza de que los tipos de las túnicas oigan los golpes y regresen. A lo anterior hay que añadir que, para determinar si os oyen o no, es necesario Probar vuestra Suerte. O, en este caso, mi suerte, porque vosotros no podéis tirar los dados en nombre de todos y yo sí. Tengo un poder notarial que lo autoriza.
Habida cuenta de esto, y como no pretendo haceros perder el tiempo TODAVÍA MÁS, vamos a saltarnos ese paso y os voy a llevar directamente, sin rodeos ni circunloquios, de manera ágil y concisa, con singular presteza, a la decisión que realmente importa. Eso suponiendo, claro está, que logre superar la prueba de suerte, porque si no, la única opción real que podré ofreceros será volver a la primera elección que os dio el libro. La única diferencia será que habréis pillado una mojadura que va fatal para el reúma y sabréis un poco más sobre lo que se cuece en esta mansión.
Según las instrucciones, para Probar tu Suerte tienes que tirar dos dados. Si el resultado es igual o menor que tu Suerte (7 en vuestro caso, gracias a la peor tirada posible), entonces eres afortunado. Si no, pues mala pata. Además, cada vez que tientas la suerte, tienes que restar un punto de tu Suerte inicial; de ahí que la cosa se complique cuanta más suerte "usas". Real como la vida misma.
Vamos, vamos, vamos... |
Tengo una buena y una mala noticia para vosotros.
La buena noticia es que he sacado exactamente un 7 (un 2 y un 5, por el cu...), así que estáis de enhorabuena: si queréis llamar, los tipos entunicados os van a oír sí o sí. La mala noticia es que ahora vuestros puntos de Suerte se reducen a 6, así que a ver cómo salimos de otra como esta.
Estas son las opciones que tenéis:
- Golpeáis borricamente la puerta trasera, sabiendo de antemano que los hombres de las túnicas se acercarán a ver quién es el pelmazo inoportuno que viene a dar la murga a estas horas.
- Os dais la vuelta y actuáis como una persona cabal y civilizada, llamando a la puerta principal, cosa que quizá deberíais haber hecho desde un principio.
O sea que las opciones disponibles son golpear una puerta u otra. Hum, difícil elección. Pero como en la anterior entrada del blog votaré por la educación y elegiré la puerta principal. Ya advierto que yo con estos libros siempre iba a pecho descubierto, a lo macho alfa. Quizás por eso nunca me terminé huida de la oscuridad de manera limpia y deportiva.
ResponderEliminar¡Oye! ¿Huida de la oscuridad no era el primer libro de Lobo Solitario? Me encantaba esa colección. Normal que quisieras hacerte el macho alfa. Llamándote Lobo Solitario, va de suyo.
EliminarEfectivamente, el primer libro de Lobo Solitario. Gran serie, quizás la mejor de los libro juegos que se publicaron en España junto con la de Brujos y Guerreros de Steve Jackson y sin contar los FAbled Lands que juegan en otra liga. No sé si a alguien le podrá interesar, pero ya que los libros del bueno de Lobo son casi inencontrables, en este enlace, con permiso del autor original, se pueden jugar gracias a los milagros de la tecnología.
Eliminarhttps://www.projectaon.org/staff/toni/#newGame
Un próximo "jugad conmigo" con uno de estos sería estupendo. Aunque duraríamos dos telediarios.
Toquemos a la puerta que toquemos nos abrirá algún habitante de la Mansión Infernal y tendremos que decirle que vendemos una enciclopedia o algo (sí, ya sé que no se venden enciclopedias hoy en día, ¡pero es un librojuego escrito en los 80! ¡Hay que meterse en la piel del jugador de la época!), pues en realidad, puestos a elegir entre la puerta principal, que podíamos haberlo hecho desde el principio y esta otra en la que hemos tenido que hacer de bicho bola y gastar uno de nuestros preciosísimos y escasísimos puntos de Suerte... yo digo que llamemos a la puerta trasera. Por nuestro compañero, el punto de Suerte, caído en batalla. Que su recuerdo permanezca entre nosotros por siempre.
ResponderEliminarGuardemos un minuto de silencio por ese punto de Suerte caído. Que su alma descanse en paz.
EliminarYo voy a insistir en llamar a la puerta principal y preguntar por La Mujer que Parió un Tanque. Como mínimo, sale el maestro ese a ver quién es.
ResponderEliminarNo sé de qué hablas, pero es una idea.
EliminarAhora que tenemos una preciosa información consistente en unas vagas insinuaciones ominosas que igual se pueden referir a un sacrificio ritual o a una guitarra sorpresa de jubilación (que igual son las dos cosas a la vez) vayamos a la puerta principal a hacernos los inocentes.
ResponderEliminarEs información muy valiosa. Sin ella no sospecharíais nada de la mansión INFERNAL. Y la criatura de la portada podría ser un simpático fauno.
EliminarComo no tenemos suerte y vamos a morir por la puerta delantera con las trampas que hay, pues a la puerta delantera.
ResponderEliminarPor cierto, si apagan las velas, ¿como andan por la mansión? ¿Tienen ultrasonidos como el murciélago del coronavirus o qué?
Es tan buena pregunta que el libro no la contesta.
EliminarCon los satanistas (presuntos, no sea que me caiga una denuncia por injurias) siempre es mejor ser educado. Vayamos por la puerta principal como los hombres de bien que somos.
ResponderEliminarLos presuntos satanistas que presuntamente van a celebrar un presunto ritual satánico.
EliminarEducación lo primero. Ya que me quedé con las ganas de llamar a la puerta en la primera elección a ver si ahora tengo más suerte. Además, la puerta trasera no tiene aldaba.
ResponderEliminarEs que donde se ponga una buena aldaba...
EliminarJoder! Es que ambas opciones tienen traca! Yo elijo la puerta de atrás. Soy como Ross Geller: un as tomando malas decisiones. Esperemos que todo salga a pedir de Milhouse.
ResponderEliminarOdio estos pantalones pesqueros.
Eliminar2. Llamar a la puerta principal.
ResponderEliminarFue la opción lógica desde el principio, por eso voté por ella en la primera entrada. Lástima que al final la tiránica mayoría se decantase por la opción voyeur... ¿¿qué dice eso sobre tus lectores, señor Brocha??
Que bien merecidos me los tengo.
EliminarMe gusta la primera opción. Ya que chico que se regresa se le tuerce el pescuezo. (esnuca es en realidad el final de la frase).
ResponderEliminarVamos,estamos dentro y como se vive una vez. YOLO!!
No es chico es chivo.
EliminarAmbas opciones pueden tener sentido, según el contexto.
EliminarElijo volver a la puerta principal y llamar a la bonita aldaba, daremos menos el cante que si intentamos acceder por la zona trasera, y con unos satanistas que están que saltan a la mínima yo prefiero llamar lo menos posible la atención
ResponderEliminarMe temo que esta votación se cerró hacer... ayer. ¡Pero has conseguido lo que querías! Eso es lo importante, ¿no?
EliminarAsí es, pero entonces, porque siento este vacío en mi corazón?
EliminarLa verdad es que ninguna de las dos opciones me gusta un pelo, pero como he venido a jugar (o más bien, llego tarde para venir a jugar) me quedo la opción civilizado, que por eso mis padres me dieron una educación, luego se vio que fue poco malgaste de tiempo, pero la intención estaba allí. Veo que otra vez voy con la mayoría, seré un borrego sin personalidad?
ResponderEliminarComo una personal formal.
ResponderEliminar