Por fin habéis entrado en la mansión. Los días de perder el tiempo dando vueltas alrededor de la casa y espiando a inocentes cultistas son cosa del pasado. ¡Es el momento de la acción! La acción de dar vueltas en el interior de la casa y contemplar cuadros.
Ejem.
En realidad, no puedo echaros nada en cara. Es la decisión que yo habría tomado. Mi perplejidad va dirigida más bien a los pocos que votasteis por buscar un teléfono. ¿Estáis tan metidos en el personaje que preferís ignorar lo que leísteis la primera entrada? Si es así, contáis con mi admiración por no metajugar, porque el narrador dijo claramente que ningún cable telefónico llega a la mansión. Aun así, no deberíais usar el teléfono del dueño sin su permiso.
El mayordomo desaparece tras una puerta (no literalmente, claro; tras la escalofriante aparición que provocó vuestro accidente, esperáis haber cubierto el cupo de fantasmas por una noche) y os quedáis a solas en el hall con vuestra ropa empapada y vuestros pensamientos.
Representación visual de vuestros pensamientos. |
Sí, sois una de las mentes más brillantes de vuestra época.
A falta de un periódico con el que hacer pajaritas hasta que llegue vuestro anfitrión, os levantáis para examinar de cerca los retratos que cuelgan de la pared. ¿Qué más os da mojar todo el parqué paseando por la sala? No lo vais a tener que limpiar vosotros. Para eso se inventaron los mayordomos.
¿Queréis manosear también los cuadros para comprobar si destiñen? No contestéis a eso. Ya sé que sí, y no os voy a dar esa satisfacción.
Aunque la ciencia médica moderna reniega de la frenología, no descartáis que podáis sacar alguna conclusión acerca de vuestro anfitrión a partir de los retratos de sus familiares. Y si os equivocáis, al menos podréis burlaros de cómo vestían sus antepasados y los peinados que llevaban.
Tres pinturas despiertan vuestra curiosidad, pero como sois de atención dispersa, solo podéis concentraros en una. Tenéis que decidir cuál de los tres retratos queréis contemplar con gesto pensativo, como si supierais de arte y no fuerais una de esas personas que se pasan más tiempo eligiendo imanes de nevera en la tienda de regalos del museo que visitando las exposiciones.
¿Qué cuadro queréis examinar?
- El retrato de la mujer joven con tiara que se da un aire a Kelly LeBrock.
- El retrato del caballero pomposo de mediana edad que usa gafas pasadas de moda desde 1285.
- El retrato de la vieja pasa con cara de de maestra de escuela (la clase de maestra de escuela que considera que golpear nudillos con una regla de madera es el no va más de los métodos de enseñanza).
Podéis decirme qué preferís hacer en los comentarios o a través de la pertinente encuesta de Twitter. Tomaos vuestro tiempo y elegid con cuidado. El parqué ya no tiene arreglo, pero al menos no estropeéis los cuadros.
Tres cuadros. Ya veo que este libro es un no parar de acción y aventura. Bien, veamos...De cintura para abajo, mi cuerpo pide examinar despacio, muy despacio, el cuadro de Kelly pero de cintura para arriba mi cerebro me dice que sería imprescindible para nuestra supervivencia centrar nuestra escasa y fugitiva atención en el retrato del carcamal de gafas. Así que eligiré el cuadro de la vieja. Tiene un cierto parecido con una de mis tías por parte de madre que ha enviudado varias veces, quizás demasiadas para lo que se considera normal en estos días.
ResponderEliminarSi este ritmo te parece trepidante, imagínate cuando estéis recorriendo pasillos y os pregunte si queréis girar a mano izquierda o a mano derecha. Aún estoy pensando en cómo lidiar con eso.
EliminarPero tenéis que tener en cuenta que el libro tiene 400 pasajes y no está pensado para leerlo/jugarlo en la forma en que lo estamos haciendo.
Todo el mundo sabe que según los videojuegos (que no existían en la época en la que se desarrolla el libro), en las gafas del caballero puede haber algo oculto. Voto por él.
ResponderEliminarYo he ambientado la historia en el año en el que se publicó el libro: 1984. Y vaya si existían los videojuegos. Tetris salió ese año.
EliminarO el mayordomo es muy rápido o somos unos lentos mirando cuadros. Supongo que de elegir uno, sería el de la vieja. Me preocupa que se mueva mientras no miro.
ResponderEliminarPues si eso es lo que te preocupa... Bueno, mejor me callo.
EliminarNo tengo ni idea de por qué pero elijo a la vieja. ¡Que no se me juzgue!
ResponderEliminarA lo mejor has desarrollado un sexto sentido. Por si acaso, ve al médico.
Eliminar¡La joven! Es más, hay que hacerle preguntas como si estuviera aquí y quisiéramos ligar con ella y cuando aparezca el mayordomo darle un codazo de complicidad al cuadro.
ResponderEliminarNo lo vayas a descolgar, eh.
EliminarLa vieja, y como empiezo a comprender el sentido del ritmo del autor del libro, me adelantó a la siguiente pregunta: concretamente me centro en el moño de la vieja.
ResponderEliminarMotivo: seguro que acabamos teniéndonos que disfrazar de ella.
Sí, este no es un libro con cuatro decisiones como los de Elige tu propia aventura. Aquí se decide a cada paso. Para que te hagas una idea, el juego está dividido en 400 pasajes y la mayoría ocupan uno o dos párrafos nada más. Aun así, intentaré acelerar el ritmo cuando pueda para hacer más digeribles algunas escenas.
EliminarNo se cómo puede tener alguien una imagen mental de la Kelly Lebrock de los 80 y votar otra cosa. ¡La mujer de rojo! ¡La mujer explosiva! Voto por el retrato de la joven, obviamente.
ResponderEliminarObviamente.
EliminarKelly LeBrok seeeeeeehhhh!!!
ResponderEliminarContaré esto como un voto a favor del retrato de la mujer joven.
EliminarYooo... Es queeeee... Kelly es mucha Kelly!
ResponderEliminarVoto maziza!
Al menos es una respuesta honesta.
Eliminar¿Kelly Lebrock en su esplendor sexual o una vieja decrépita? Voto gerontofilia, que aquí hemos venido a jugar
ResponderEliminar¡Pero si la gerontofobia está más de moda que nunca!
EliminarLa joven, por supuesto, tengo claro que no vamos a salir de aquí con vida y prefiero regalarme la vista una última vez!!
ResponderEliminarAún no es imposible que salgáis con vida de la mansión, pero es altamente improbable. Este librojuego es de los difíciles. Y desde luego no sería para Halloween, porque los días que quedan de mes no cubren el número de pasajes necesarios para llegar al final bueno. Confió en que palméis antes, pero cerca de Halloween.
EliminarMe debato entre lo libidinoso y lo "inteligente"... Hemos venido a jugar, Kelly Lebrock!
ResponderEliminarAlguien me tiene que explicar por qué la vieja es la opción inteligente.
Eliminar1. Miro el retrato de la mujer joven.
ResponderEliminarDuh.
Por cierto, Brocha, la mujer a la que haces referencia se llama Kelly LeBrock, con una c intercalada, y no Lebrok. Espero que por haber cometido tamaña blasfemia te apliques un merecidísimo correctivo.
El caso es que esa es una errata que creía haber corregido antes de publicar la entrada. Me pregunto si habrá algún cambio más que no se haya guardado. Mal, Brocha, mal.
EliminarEl de la vieja parece el más inquietante, la voto a ella. Seguro que esa mujer con aspecto de maestra con mala leche esconde alguna que otra historia traumática y, obviamente, no me gustaría irme de esta tétrica mansión sin mi trauma correspondiente, faltaría más. Quizá si me pillan mirando su retrato me cuenten su historia. O quizá la pintura esté encantada y unos huesudos dedos salgan a través del marco y me estrangulen sin piedad...
ResponderEliminarBah, no creo que una anciana tenga mucha fuerza. ¡Me la juego!
Quizá los TRES retratos estén encantados, pero lo más terrorífico de todo es que... ¿quién no tiene algún trauma? ¡Uuuuuuh!
EliminarLa mujer joven siempre, en cualquier caso, no importa cuando y ni el qué. Además, con un poco de suerte la joven inocente de la que estaban hablando los otros dos (cuando aparezca, tengo la ilusión que aparezca antes que muera horriblemente en esta historia, lo sé con seguridad) se parecerá a la del cuadro y eso querrá decir… cualquier cosa, como que son parientes, o que es pura casualidad que se parezcan, o que es la misma mujer, eso tendrían alguna importancia realmente? Puede que no, pero siempre es más agradable a la vista contemplar chicas jóvenes que vejas.
ResponderEliminarTotal, que otra vez se hace caso al que yo había decidido 5/5. En las cosas importantes no daré ni una, pero con esto no fallo.
El de la mujer joven. Siempre me fascinó Kelly Lebrock.
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