No había trampa ni cartón. La anciana que reposa en la habitación con sobrepoblación de plantas es Herminia, quiero decir, Mordana. No obstante, me conformo con haber sembrado ayer la semilla de la duda y haberla dejado germinar durante veinticuatro horas, aunque no haya dado fruto.
Volvamos, por tanto, al punto donde lo habíamos dejado. Creo recordar que estabais a punto de ser introducidos en una dama de hierro por el inquisidor supremo de la noche, ¿verdad?
Os agarráis las solapas de la chaqueta y alzáis el mentón.
"Sois la vieja Mordana", decís con seguridad. Si uno no puede fiarse de un mensaje escrito por un fantasma en la ventana ni de un viejo chalado con faldones, ¿de qué puede fiarse?
La anciana frunce el ceño.
"Maldito seas, forastero", gruñe. "De acuerdo. Responderé a tus preguntas".
La mujer estás dispuesta a colaborar, así que, sin más preámbulos, le preguntáis por la habitación secreta que mencionó el hombre de pelo blanco. En este pasaje, el libro también permite preguntar, o bien cuáles son los "festejos" de esta noche (ya os lo digo yo: se trata de la iniciación de un tal Isaacson, y los mirones no son bienvenidos), o bien cómo encontrar al "hombre de gris" (pregunta que para vosotros no tiene ningún sentido, porque ni siquiera habéis oído hablar de él). Entended que me tome libertades con semejantes sandeces de propuestas.
"¿Una habitación secreta?", repite la anciana. Su risa ronca resuena en vuestros oídos. "Esta casa está llena de enigmáticos pasadizos y cuartos secretos... La mayoría está en los sótanos, aunque algunos de los pasadizos de esta planta desembocan en ellos".
Ni de broma pensáis entrar en todos los cuartos de esta planta buscando pasadizos secretos. Ya habéis perjudicado suficientemente vuestra salud abriendo puertas al azar por una noche.
"La habitación secreta más inexpugnable", continúa Mordana, "es el santuario secreto del Maestro. Solo se puede llegar a él por un único camino, que arranca debajo de las escaleras del sótano. Pero hace falta una contraseña secreta".
"¡Ajá! Eso es lo que necesito: la contraseña. Apuesto a que es 'contraseña'. O '1234', ¿verdad?".
"Yo sabía la antigua, pero la han cambiado hace poco".
"For God's sake!". Risas y aplausos del público.
Mordana se recuesta y cierra los ojos. Parece que todo este altercado ha agotado sus fuerzas. O al menos esa es la impresión que pretende transmitiros, porque lo cierto es que os quedáis mirándola un rato y la veis abrir un ojo para comprobar si seguís ahí y luego cerrarlo rápidamente, así que sospecháis que solo está fingiendo con la esperanza de dejéis de darle la murga. Aun así, no creéis que os haya mentido.
No os pongáis de morros. ¡La cosa no pinta tan mal! Esperabais salir del cuarto con una contraseña, pero ahora al menos conocéis la localización exacta de la habitación secreta: justo debajo de las escaleras que llevan al sótano. Las cuales aún tenéis que encontrar. Y que sin duda irán precedidas de peligros insoslayables. Y solo estáis a un punto de morir de miedo. Pero el caso es que, sin la información de la vieja Mordana, la posibilidad de encontrar esa habitación secreta ni siquiera existiría. Os lo puedo asegurar porque he mapeado el libro de arriba a abajo y sé que esta es la única forma de averiguar cómo llegar a ella. En efecto, tengo un documento en el que he anotado todas las decisiones y consecuencias del libro, habitación por habitación, con indicación de sus correspondientes pasajes. Si algún día cometo un crimen, será fácil alegar que sufro un trastorno mental.
Salís de Abaddon, alegrándoos de poder volver a respirar sin riesgo de sufrir infecciones micóticas, y regresáis por el pasillo hasta la balconada. Desde allí, os asomáis al vestíbulo por encima de la balaustrada. Cada vez estáis más convencidos de que vuestra mejor baza para encontrar el acceso al sótano es la planta baja. Además, ya habéis visto mucho más de lo que necesitabais pululando despreocupadamente por este piso, incluyendo las revistas pornográficas del conde.
Si ese argumento no os convence, quizá prefiráis la explicación oficial que da el libro para mandaros a la planta baja: "Habiendo explorado la mayoría de las habitaciones del piso superior, decides arriesgarte a investigar la planta baja". El problema que tiene esa explicación es que el lector no tiene por qué haber explorado ni mucho menos la mayoría de habitaciones, ya que, una vez sales al corredor del primer piso, existe la opción ignorar todas las puertas e ir derechito a Abaddon. Ni siquiera vosotros, temerarios exploradores, habéis visitado la mayoría de habitaciones. Es difícil escribir librojuegos sin cometer estos deslices.
Os apresuráis en regresar al otro lado de la balconada y bajáis al vestíbulo. Por suerte, estáis más familiarizados con esta planta de lo que lo estabais con la superior cuando os despertasteis atados a una silla. De frente, tenéis la puerta de entrada, sin vigilancia, y no podéis quitaros de la cabeza la idea de que deberíais escapar ya mismo. Fuera la tormenta se ha vuelto más fuerte, pero ¿qué es un poco de lluvia si la comparamos con cultistas, fantasmas y demonios? A mano derecha, casi pegada a las escaleras, está la puerta del comedor, del que no guardáis buen recuerdo, porque es donde os drogaron con queso y se torció la noche. A mano izquierda está la puerta del salón en el que compartisteis un excelente coñac con el conde. Por último, a vuestra espalda, una antesala se abre a dos pasillos por los que aún no habéis pasado, pero sabéis que el que va en dirección oeste debería conducir a la cocina, porque la visteis (al menos parcialmente) antes de entrar en la mansión, desde una de las ventanas.
Podéis rellenar huecos usando el sentido común. |
Por ser la habitación que está más cerca, probáis en abrir la puerta del comedor; pero alguien debió de cerrarla con llave después de la cena. Y por si alguno de vosotros se cree más listo que el resto, añadiré que la llave de Asmodeus, que aún lleváis en el bolsillo, no abre esta puerta ni ninguna otra de la mansión que no sea la de su propio cuarto. Ahora bien, como os gusta recoger trastos, no he querido aguaros la fiesta. Hasta ahora. Se acabaron los buenismos.
¿Qué queréis hacer?
- Intentáis escapar por la puerta principal y dejáis este tenebroso tinglado para la policía o un exorcista. Supongo que vuestro compromiso de libraros del conde y poner fin a sus ceremonias satánicas no iba en serio. ¿Teníais los dedos cruzados? Qué poca vergüenza.
- Entráis en el salón. Con suerte, la botella de coñac seguirá ahí dentro. Sin ella, será vino blanco.
- Os dirigís a la cocina. Ya tenéis un abrecartas y un cuchillo, así que no tengo muy claro qué pretendéis encontrar allí. ¿Os ha entrado hambre a mitad de la noche?
- Investigáis el pasillo restante, a ver a dónde lleva. Para mí esta sería la mejor opción, porque me ahorraría trabajo escribiendo la entrada de mañana; solo tendría que preguntaros a qué habitación de esa zona inexplorada queréis entrar. Suena provechoso y emocionante.
Salvo que confiéis mucho en la suerte, solo hay una forma de encontrar el puñal Kris™. Pero creo que todos sabemos cómo acabará esto, ¿verdad?
¡MWAHAHAHAHA!
Tenéis hasta las 19:30 CEST para votar. En Twitter podéis hacerlo aquí.
La cocina no es donde escuchamos a los acólitos del mal? Puede que hayan olvidado un memo que aviso el cambio de la nueva clave de acceso. Voto por ir a la cocina. Además ya tenemos arma punzante y cortante nos falta contundente y quizás algunas botanas.
ResponderEliminarLa cocina es la muerte y da igual lo bien que uno llegue a ella y las opciones que elija dentro. ¡Ojalá hubiera obtenido más votos! Habría sido divertido.
EliminarEn la parte 6 ya nos diste la misma opción de salir por la puerta, y no salió escogida por qué salir por la puerta y escapar acortaría mucho el libro, por lo tanto esta opción seguro que no funciona. Controlo bien mi alcoholismo, por lo tanto evito la tentación de ir al salón. Como bien comentas no tengo hambre (vete a saber que más cosas envenenadas habrá) ni necesito más objetos punzantes, paso de la cocina.
ResponderEliminarPienso que el objetivo es encontrar las escaleras que bajan al sótano, y lo normal es que las escaleras estén en un pasillo y no dentro de una habitación, por eso me inclino a seguir por el pasillo, ¿pero qué sabré yo de arquitectura de mansiones infernales? Seguimos el pasillo y vamos viendo.
Decisión acertada... a la vista de tus intenciones.
EliminarVamos por el pasillo restante, ya queda poco para que acabe y quiero encontrar el sótano lo antes posible para ver si al menos le podemos echar un vistazo a la enfermera buenorra.
ResponderEliminarSi encontráis a la enfermera, será una mala noticia para la enfermera.
EliminarVayamos al pasillo, que el resto de opciones no parece que vayan p'abajo
ResponderEliminar¿Quién sabe dónde puede uno encontrar una trampilla secreta?
EliminarSiempre me da pereza ir a la cocina en los juegos. Nunca hay nada interesante y en el mejor de los casos el cocinero te echa. Voto por el pasillo
ResponderEliminarEn la cocina podríais haber muerto o muerto. Bien jugado.
EliminarAl pasillo. No tenemos la contraseña y dudo que esté en las habitaciones que has mencionado. A lo mejor en un estudio, biblioteca o similar tenemos más suerte. Pero vamos, a estas alturas creo que es más probable que se caiga una escoba al suelo o nos sobresaltemos al ver nuestra propia sombra y nos muramos del susto.
ResponderEliminarLas contraseñas siempre están donde menos te las esperas. Aunque, en este caso, más que la contraseña, lo que hay son pistas para elegir la contraseña. Y no son muy claras.
EliminarVoto por el pasillo. Si los sectarios estuvieron en la cocina, de ahí a un pasillo y nunca más se supo, es bastante probable que ahí se encuentre la puerta que buscamos.
ResponderEliminarNo sé por qué se me hace que nos va a dar algo a la patata como un farmero coreano con el WoW y no vamos a llegar al fin del juego.
De aquí al final puedo aseguraros una cosa: que hay puntos de miedo de sobra.
EliminarPues o el pasillo o la cocina me parece que serían las mejores opciones para buscar un sótano. Pero teniendo que elegir una supongo que el pasillo me parece la mejor opción. Asi descansas.
ResponderEliminarPreveo que vuestra generosidad os llevará a lugares oscuros.
EliminarVoy al pasillo, quiero seguir explorando, por cierto que tus libertades son lo que hacen que sea mas divertido y llevadero
ResponderEliminarMuchas gracias. Espero que sigas pensando lo mismo cuando esto acabe. Pronto.
EliminarVenga, al pasillo, que seguido que ahí no hay sustos...
ResponderEliminarEn el pasillo, lo que se dice el pasillo, no. En todos los demás lugares... Mis labios están sellados.
EliminarNo me gusta llevar la contraria a la mayoría, salvo cuando se trata de política: Pasillo.
ResponderEliminarPues ale, todos al pasillo en tromba.
EliminarVoto pasillo y así descansas escribiendo una entrada más sencilla. Además, puede ser que haya algo interesante aún por explorar. ¿Habrá posibilidades de restaurar resistencia y relajar miedo antes de enzarzarnos en una pelea con nuestro archienemigo? Es pedir quizá demasiado, pero estaría muy requetebién.
ResponderEliminar¿En el librojuego original? Alguna opción para restaurar la resistencia hay. De quitarse el espanto de encima ya menos.
Eliminar2. Entro al salón.
ResponderEliminarCon suerte queda algún vasito de güiski que podamos echarnos por el gaznate y así mejorar nuestro estado mental. Además, es posible que podamos hablar con alguno de los retratos y nos den más pistas útiles (como la contraseña de la habitación secreta).
Podría haber pistas en el salón, sí. O no. Pero ya no importa, porque la mayoría quiere pasillo.
EliminarPara encontrar la sala secreta lo mejor será ir al pasillo. Pero sin la clave no podremos entrar.
ResponderEliminarVoto por ir al salón y ver si hay algún post-it con la clave, un mayordomo con mala suerte con los dados al que apretar las tuercas o un poco de coñac con el que envalentonarnos y rebajar el miedo.
De todas formas parece que va a ganar el pasillo y podrás tener un merecido descanso, que también es importante.
Esta es la última vez que hago mención a mi necesidad de descansar pensando que sois unos sádicos inclementes. Me ha salido el tiro por la culata.
EliminarLo siento señor brocha,pero su sufrimiento es nuestro deleite. (como alguien escribio en los comentarios de su saga de marmelade boy hace un tiempo).
ResponderEliminarAntes de tomar una decision es necesario hacer maduras reflexiones y no dejarse influir. Por lo tanto estudiemos un poco las opciones
Opcion 1 abandonar la casa. Muy tentadora dado que ni nuestros pantalones ni nuestro miedo pueden sufrir mas sobresaltos. Sin embargo y suponiendo que podamos huir. Nuestro personaje aun tendria el grave problema de las chirimollas y Dimitry. Ademas si vamos con el cuento a la policia y esta encuentra el coche y su cargamento todo el asunto nos estallaria en la cara. Descartado. Este asunto lo solucionaremos solos sin colaboracion de las autoridades.
Opcion 2 visitar el salon. Muy recomendable y tentador. Es una habitacion que ya conocemos, donde podremos relajarnos y con un poco de suerte consegir alguna bebida que restaure parcialmente nuestros puntos de miedo. Sin embargo nada garantiza que el armario de las bebidas, no este cerrado con una llave que no podamos abrir con lo que la visita seria una perdida de tiempo dado que ya conocemos la habitacion y no hay nada que al autor del libro le pareciese digno de que recordasemos. (recordatorio el cuadro parlante estaba en el "hall" o recibidor, no en el salon).
Opcion 3 Tentador y muy recomendable, ya conocemos la habitacion desde fuera y dudo que alguien ponga una trampa en la cocina, por que quien en mitad de la noche, cuando esta haciendo una expedicion de saqueo a la nevera, recordaria quitar un cepo de osos, barrer a unos escorpiones o evitar esa baldosa falsa que da a un lago de acido bajo la casa.
Vamos que la cocina parece una zona segura y hasta es posible que nos encontremos un posit en la puerta de la nevera con el cuadrante de tareas asignados a cada habitante, A quien le toca sacar la basura, Quien es el encargado de limpiar la vajilla tras cada comida, la lista de la compra, la clave de esta semana de la habitacion secreta del sotano, etc...
La cocina podria ser una gran fuente de informacion.
Sin embargo en esta mansion hay un mayordomo, lo que indica que esa fuente de informacion se a secado. Pues aunque desconozco los detalles del contrato del mayordomo, estoy seguro de que no ira dejando pistas como esas por hay. No por lealtad al conde, si no para que el conde nunca tenga muy claro a que dedica su tiempo y el mayordomo pueda de vez en cuando conseguir un poco de tiempo libre con la excusa de estar ocupado. Y si a esto sumamos la mirada reprobatoria del mayordomo la cocina pasa a ser un lugar peligrosisimo. dudo que sobreviviesmos a dicha mirada si el mayodormo nos pesca fisgando en SU cocina.
por lo tanto opcion 3 descartada
Opcion 4 sencillamente aterradora. Dado lo bien que le a ido a nuestra taquicardia dar una vuelta por la planta superior, recorrer este pasillo en nuestro estado podria ser nuestra sentencia de muerte.
Sin embargo......
Una vocecita suena de nuevo en mi cabeza, si escucho con atencion puedo distingir lo que dice .....pasillo..pasillo...¡danzad, danzad marionetas mias!.....¡MWAHAHAHAHA!
Como la ultima vez que ignore esas voces. No compre un decimo de loteria que acabo agraciado con el tercer premio de la loteria de navidad opto por hacer caso a la voz y me dirijo hacia el pasillo.
Espero que esta vez la voz me guie correctamente y no acabe como en esa sangrienta ocasion del pared de papel y los legos en el suelo...
Para facilitar el recuento y dar un respiro al señor brocha voto por la opcion 4
Agradezco el respiro. Pero ya no puedo garantizar que os vaya a ir bien.
Eliminar¡Por fin me puse al día! Y, en el que creo es mi primer comentario en el blog, voto pasillo a ver si ya damos con el mentado sótano o nos morimos. Que se acaba el mes y esto no tiene pa' cuando.
ResponderEliminarHabéis dado con el sótano y, si bajáis, quizá muráis dentro. ¿No os encanta que los planes salgan bien?
Eliminar4. Investigáis el pasillo: Tomo mi decisión, sin ninguna influencia del señor Brocha.
ResponderEliminarMi influencia ha fallado estrepitosamente. Culpo a la ironía y al sarcasmo.
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